Capitulo 4: Talaðu

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«Malditos sean aquellos ojos que provoca tanto escándalo en mi mente, maldita sea esta mujer que me supera en fuerza y el momento que me trajo hasta aquí» pensaba el muchacho bastante molesto. Cometía un gran error en traerlo, él ni siquiera sabía en donde estaba pero tenía muy claro que podía ser en su cuartel. Lo iban a rastrear e iban a matarlos a todos aquí, por una parte no le importaba pero por otra sin ninguna razón no quería que hubiera más daño. Quedó impactado al ver que ella le limpiaba su labio y le curó el rosto.

— Despertaste, supongo que ya has descansado lo suficiente — Seelene tiró la tela en la mesa detrás de Marcus. El muchacho movía bruscamente los brazos — No hagas eso, te vas a lastimar.

— ¿¡Así como lo hizo este malparido atrás tuyo!? — Exclamó furioso.

— Marcus, no — ordenó antes de que lo vuelva a golpear.

— Comandante...

— Dije que no — Marcus ya no entendía la situación, ¿cambió de actitud o es un plan de ella?, sea lo que sea a él no le gustaba porque no lo entendía— Discúlpate con él.

— ¿¡Qué!?

— ¿Qué? — dijeron ambos al mismo tiempo y de distinta manera.

— Discúlpate con el muchacho por haberlo golpeado —este, quejándose, se puso frente a él y le pidió disculpas. El muchacho sonrió pensando que iba a ser fácil— Ahora tú también discúlpate con mi hermano.

— ¿Tu hermano? — dijo confundido— ¿Y por qué? Él fue que me dejó así la cara.

— Y tú lo golpeaste, quemaste su nuca e intentaste dispararle —hizo media pausa— ¿Crees que no me doy cuenta? ¿Qué pensabas? ¿Qué podrías manipularme solo por haber limpiado tu cara? Que equivocado estas.

— ¿Entonces por qué lo hiciste? Bastarda — Marcus esta vez sí le pegó.

— Más respeto con ella, mocoso —él gruñó por el golpe inesperado.

— Porque estabas demasiado mal.

— Hicieron mal en traerme hasta aquí. El rey me encontrará y los matará a todos con su ejército.

— Así que podremos ir al grano —se reacomodó en la silla—. Dime quién eres, cómo es que terminaste en ese clan y cómo consiguieron aquel poder —él quedó nuevamente en silencio—. El silencio, hablar a medias o la ignorancia no te favorecerán.

— O si no de todas formas me mataran —suspiró resignado—. No sé la verdad cómo llegué a ese clan, solo sé que tengo este poder gracias a ellos y que ahora soy un soldado, perro o sirviente de ellos —Marcus y Seelene se reían por lo bajo y eso le molestaba más al muchacho—. ¿Ahora soy un bufón?

— ¿Tú poder conferido por ellos? —recalcó Marcus— Vamos, di la verdad que no estamos para juegos.

— Es la verdad, idiota.

— Pues no lo veo así, finges ignorancia o te tomaron por ignorante.

— ¿Sabes, linda? Me estas empezando a irritar con esta actitud de "soy una genio pero no diré nada" — en ese momento la puerta se abrió nuevamente dejándose ver a Lynn entrar.

— Permiso y disculpe la demora, comandante.

— Lynn ¿Qué haces aquí? —preguntó Marcus.

— Yo le pedí que viniera — Lynn sonrió y pasó su mirada al muchacho cambiando su expresión completamente. Aquellos ojos escarlatas aclaró las dudas que tenía a lo que Seelene trataba de decirle.

La esencia de la guerra©Where stories live. Discover now