Capitulo 7: Dreki (Dragón)

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Lynn y Marcus estaban confundidos, aliviados, desconcertados, no sabían que decir que decir o hacer. Pensaron lo peor de ella, las cosas que siempre sabe hacer y que a veces fallan. Le dieron paso a que entre junto con Reenë a la sala.

— Comandante... —Marcus le tomó del brazo para traerla hacia ellos— ¿Cómo es eso de que el mocoso la vio mientras estaba al borde de la muerte?

— ¿Un sueño? —se zafó de su agarre— Con el estado de él cualquiera llegaría a ver a Odín.

— Usted dijo que no haría eso de nuevo —dijo Lynn— ¿Y si le...?

— No me ocurrió nada y no se habla más del tema — dicho eso dirigió su mirada al muchacho— Di algo.

— Tengo hambre —dudó si hacer las preguntas o hacer como si nada haya pasado.

— Bien, Lynn, Reenë, tráiganle comida —hizo pausa— y creo que mucha. También ropa.

— Si, comandante — Lynn se fue a regañadientes por dentro suyo, no sin antes hacerle una seña a Marcus con los ojos para que se quedara.

— Marcus, déjanos solos.

— Comandante... —lo interrumpió.

— Es una orden —Marcus miró a Klöud demasiado molesto y así se marchó, molesto.

— ¿Y? ¿Cómo te sientes?

— ¿Eres o te haces? —ella lo miró esperando la respuesta y Klöud gruñó — Me duele todo, estoy confundido y más molesto que todos tus subordinados juntos y para colmo tu... — se detuvo al sentir algo bajo su piel moviéndose, se sacó la venda y notó un metal incrustado; entró en pánico— ¿¡Qué...!? ¿¡Qué es esto!? — entró en pánico y trató de quitárselo y le dolía aún más que la espada que le colocaron en la nuca.

— Cálmate, no te la quites así —trataba de inmovilizar sus manos mientras trataba de quitárselo con cuidado— ¡Deja de moverte!

Cuando Seelene por fin le pudo sacar aquel metal de su cuerpo, Klöud se puso tan pálido como la nieve al ver el tamaño de semejante cosa.

— ¿Q-Que es esa cosa? —Seelene por maldad se la acercó a él— ¡No! ¡Aleja eso de mí!

— Se le llama agujas —las arrojó en la bandeja de metal que estaba cerca—. Y si no quieres tenerlas en ti de nuevo procura mantenerte sano y sin estar al borde de morir.

— Es lo primero que haré —bufó. Abría y cerraba su puño, se sentía lento a comparación de antes—. La vi luchando con un... animal.

— Tal vez fue tu imaginación al estar inconsciente...

— Yo sé lo que vi y usted y ellos lo saben —se acercó más a ella— ¿Por qué la vi ahí? ¿Qué era esa cosa, ese lugar? ¿Por qué sigo vivo después de todo?

— ¿Así que estabas decidido a morir?

— En mis condiciones era muy probable ¿No cree? —mantuvieron sus miradas fijas, él dispuesto a que el tiempo pasara hasta que se lo diga y ella a contemplar la rudeza en su mirada. No podía ocultárselo «Él tenía el mismo 'don' para presenciar en ese mundo», al fin de cuentas él era un hijo del fuego.

— Me sorprende que lo mantengas fresco en tu memoria —se sentó al borde de la cama—. El lugar en donde estabas lo podemos denominar como "el punto"; un punto donde vas a morir y disfrutas tu minutos antes de estar en el letargo eterno. No sientes dolor, tristeza, felicidad o alegría, solo la plena tranquilidad.

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⏰ Last updated: Apr 06, 2020 ⏰

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La esencia de la guerra©Where stories live. Discover now