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Planes a futuro.

El olor a café recién hecho me llenó. Me levanté rápidamente, me di una ducha corta y como un zombie caminé al origen.

—¡Maldición! —chilló pegando brinco un asustado Yoongi.

Sonreí por la reacción y el sueño.

—Lo siento —caminando aún como zombie llegué a sus brazos y lo rodeé, pegando mi nariz a su cuello y disfrutando.

Él se burló.

—Eres particularmente lindo por las mañanas —simplemente dijo.

Asentí. Yo planeaba seguir ahí y quizás continuar mi sueño, pero mi celular vibró sobre el mesón. Miré el mensaje, odiando tener que dejar a Yoongi solo. Hana tenía información nueva sobre el hermoso joven bebiendo café en mi cocina. Puedo sentir la culpa como algo tangible, se aprieta en mi garganta y duele.

—Debo irme —dije poniendo mi mejor cara.

Se acercó a besarme y me dejó libre un segundo después.

—Vete —dijo con una linda sonrisa.

Culpemos a las hormonas, el enamorado estado te subía y bajaba como quería y podíamos excusarnos. Y si sentíamos amor, era eso.

Así que cuando veo sus gestos y mi estómago se aprieta, sé que estoy perdido. Porque ya no sé si culpar a las hormonas.

Sin tener suficiente, lo besé profundamente. Con mi lengua dándole un toque de gracia en la aventura entre jadeos. Abriendo los ojos me separé y nos reímos.

—Voy a llegar tarde —murmuré.

Mostrando sus dientes incluso un diminuto hoyuelo de tanto sonreír, asiente queriendo otro beso e intentando conseguir uno.

—Mmm, sí. Es cierto.

Su mano me acaricia la oreja. Estoy hecho de aire, como si flotara y viviera entre nubes.

—Solo uno más —me acerqué, juntando mi cabeza con la suya.

Tiró de mi cuello y abrió la boca para mí. Jugando con nuestras lenguas. Creando un torbellino de labios desesperados.

Y me separé entre risas.

—Voy a llegar increíblemente tarde.

Corrí mientras tomaba el bolso con todas mis cosas.

—¡Jim! —me gritó lanzando un paño de cocina antes de mi huida.

Unas horas después estaba al teléfono con Hana.

—Busqué los registros, Jimin. Él estuvo registrado ahí, un corto tiempo, pero su tía dejó de mandarlo a la escuela. Hay un vacío aquí. Yoongi iba a la escuela y un año ya no. ¿Qué hizo después?

La mayor interrogante en la historia de Yoongi.

—Es lo que intento averiguar, Hana —revolví la información impresa que me había dado ella—. ¿Y sobre la tía? ¿Supiste algo?

—Murió el año pasado. Él no asistió al funeral por lo que supe —informó ella—. Algunas cosas sobre su adolescencia en las calles, pero es información muy delicada y es mejor si la mando a tu correo.

—Bien, estaré esperando —y colgué la llamada.

Suspiré y me estiré en la silla. Luego lo besaba y le sonreía como si fuera una buena persona. Un hombre respetable que merecía sentir eso llamado amor. Atracción, mierda, es atracción. Mis estúpidas hormonas o la culpa me estaba matando.

bajo su piel ❀ jimsuWhere stories live. Discover now