TXT ❥Es mejor si te evito/ Segunda Temporada【 YeonHyun/ YeonTae🎔】

ꕥCapítulo Finalꕥ (Parte 2)

Meses despues.

Me encontraba terminando la rutina de ejercicio antes de ir a casa, y aún me sentía con las ganas de salir a correr a la calle, gracias a que el ejercicio me lograba subir las suficientes energías como para estar despierto.

Bebí de mi botella antes de tomar la perilla de la puerta y salir.

Di una caminata por los pasillos en la búsqueda de Yeonjunnie con quien había planeado una cita por nuestro aniversario de conocernos.

—¡Hey! Tae, espérame.

Me volteé encontrándome con Hueningkai, quien corrió hasta donde yo estaba.

—Es que...verás...uh —se comenzó a rascar la nuca mientras estaba en la búsqueda de encontrar las palabras perfectas—. Hoy, despues de mucho tiempo estaré con Soobin sin que alguien esté con nosotros y me gustaría pedirte algunos consejos para...

—¡Hyunnie!

Yeonjun llegó algo agitado.

—Ah, ¿Interrumpo algo? —dijo entre jadeos.

—Yo...solo quería pedirle agua a Tae —dijo arrebatándome la botella— Nos vemos —se despidió para luego empezar a correr.

Solo lo vimos irse de la zona. Por supuesto que Yeonjun no le había creído en absoluto, se le podía notar en el rostro.

—Creo que ya sé que tiene —me dio su mochila y yo se la sostuve involuntariamente—. Iré con él.

Salió corriendo en búsqueda de Hueningkai.

—¡Espera! ¿Qué no se supone que saldríamos?

Obviamente no me había escuchado.

Me dirigí a la zona de duchas con ambas mochilas, la de Yeonjun puesta y la mía llevando en rastras. Cuando estaba a punto de abrir la puerta alguien lo hizo primero por mí.

—Yo también voy para acá.

Beomgyu me ayudó a cargar mi mochila y ambos entramos al lugar.

Fuimos a la parte de los casilleros y dejamos nuestras pertenencias en ellos. Le agradecí antes de que él se fuera a una de las duchas.

Busqué una ducha disponible y entré.

Luego de unos minutos terminé de bañarme, me vestí para despues salir de donde estaba. Beomgyu me había esperado en la banquita de enfrente sin quitar la vista de su cuaderno.

—Hola, ¿estuviste esperándome o esperas a alguien más?

Pregunté mientras sacaba las cosas de los casilleros.

—Te estuve esperando.

Se levantó del asiento tomando sus cosas.

—¿Nos vamos?

Asentí. Él me ayudó a cargar mi mochila nuevamente y yo me sentía algo avergonzado por estar a solas con él y recordar que yo le...pues ya saben.

Recorrimos todo hasta llegar a la salida, fue ahí cuando me detuve.

—¿Qué pasa? —preguntó.

—Nosotros...Yo no te puedo acompañar a casa esta vez.

—¿Es porque estamos solos?

Negué. Él sonrió.

—No me mientas. Sí te hace sentir más tranquilo entonces te voy diciendo que hace tiempo que no siento nada por ti.