CAPITULO 25: Hospital

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(Tyler )

El sonido de pasos y murmullos a mi alrededor me hizo despertar de golpe. No quería abrir los ojos y ver a Haley Dickens, pero no tenía otra opción. Además, al entreabrir los ojos y notar que no era la habitación de Haley me alarmé, poniéndome en posición de ataque al instante.

Entonces caí en la cuenta de que estaba en el hospital, con solo ver las paredes blancas, la camilla en medio de la sala y a Haley conectada en unos aparatos, a su lado. ¿Qué había sucedido? Me acerqué a ella asustado, recorriéndole los brazos y el rostro, que no estaban tapados con las sábanas, para comprobar si estaba herida. Suspiré aliviado al notar que no era esa la razón por la que estaba aquí.

En eso, Haley comenzó a entreabrir los ojos y me acerqué a ella de inmediato para que me dijera qué le había sucedido. Pero para mi sorpresa había un hombre medio dormido estirado en el sillón. Era Roy. «¿Qué hacia él aquí?», lo miré extrañado. Roy era el mejor amigo de mi padre, era por decirlo así mi segundo papá. Hasta me tomaba más en cuenta que Fernando. Desde pequeños que siempre nos cuidaba. Roy despertó, justo cuando comenzó a sonar un aparato, y Haley comenzó a enderezarse, ya medio despierta. Este se levantó de golpe para acercarse a ella...

—¿Cómo te sientes? —le preguntó mientras Haley lo miraba extrañada y confundida.

—¿Dónde estoy? ¿Quién eres? —esta miró a los lados, cayendo en la cuenta de que estaba en un hospital, al igual que me pasó a mí unos minutos atrás.

—En el hospital, te desmayaste y te traje aquí —le explicó mientras marcaba un número en su celular, llamando a alguien—. Soy Roy, amigo de tu madre del instituto. ¿No me recuerdas? Hablamos antes de que...

Esta negó con la cabeza, mientras que Roy seguía intentando hacer que lo recordara, pero fue en vano. En eso que Haley recorrió la habitación, fijando la vista en mí, quedándose petrificada. Yo le sostuve la mirada, en la que pude notar con solo ver su rostro que me imploraba perdón.

Entonces caí en la cuenta sobre lo de ayer. «Estupendo, lo había olvidado», me dije furioso conmigo mismo. Al ver a Haley postrada en una camilla olvidé por completo la pelea de ayer y más aún: su traición hacia mí.

—Holly, hola, soy Roy —yo y Haley desviamos la vista hacia él, que al parecer estaba hablando por celular con la madre de Marie—. Sí, he estado ocupado en Nueva York, pero he vuelto, vine a ver a Fernando unos días y bueno, fui a ver a Anna, pero no quiso abrirme, ya sabes... —Roy justo en ese momento notó que Haley lo miraba atenta, por lo que le hizo señas de que iba a estar afuera—. La cosa es que encontré a Haley y se desmayó, por lo que...

No pudimos escuchar más la conversación, ya que salió de la habitación, cerrando la puerta tras él, dejándonos solos a Haley y a mí.

—¿Qué te sucedió? —le pregunté, desviando la vista hacia el suelo, acercándome a la puerta para irme.

—No lo sé, debí de desmayarme... creo —me contestó aún aturdida. Yo di unos pasos para salir de ahí—. Tyler, espera, por favor. Quiero explicarte lo que sucedió.

Solté una carcajada. ¿En realidad quería hacer esto?

—Creo que quedó bastante claro todo —finalicé traspasando la puerta, no estaba de ánimos para siquiera verle la cara.

Aunque tenía que admitir que con solo pensar en lo que me había hecho sentía un apretón en el pecho. Pero intenté olvidarlo. Ahora estaba solo en esto.

Vi a Roy seguir hablando por el celular y no pude evitar acercarme. Exigía saber el porqué de que hablara con Holly.

—Necesito que te quedes aquí con Haley, yo iré a ver a Anna —un silencio en que debía de estar escuchando a Holly se hizo presente—. ¿Es tu hija? ¿Cuántos años tiene? —el tono de Roy cambió repentinamente—. Por eso te fuiste a Colombia, ¿no? —¿De qué diablos hablaban?—. ¿Cómo puedes decir eso? Es cierto que está cruzando un mal

Mi Ángel Guardián I : La verdad dueleWhere stories live. Discover now