15. Te amaré por siempre

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Connor

Sus palabras aun hacen eco en mi mente, el sonido de su voz quebrándose retumba en mis oídos mientras su rostro bañado en lágrimas hace estragos en mi pecho, un odio inefable crece en mí ante aquel desgraciado, mis manos cosquillean con las ganas de romper algo mientras una impotencia embarga mi cuerpo  haciendo que miles de lágrimas se estanquen en mis ojos, los cierro y respiro varias veces controlando el ácido que me quema por dentro, dejo caer mi cabeza en el espaldar del asiento mientras que juego con la piedra que aquel niño me dio, la observo y me pierdo en esos destellos de colores que tiene como si hubieran tomado un pedazo de un arco iris y la hubieran introducido en ella, la voz del taxista me saca de mi trance le pago y bajo del auto, el auto avanza hasta que se pierde en la lejanía y por alguna razón el clima baja creando un ambiente frío mientras frente a mi se levanta una alta reja negra que me separa de aquello que oprime mi pecho sin compasión, tomó una bocanada de aire armándome de valor y entro escuchando los desmesurados latidos de mi corazón.

Las hojas bajo mis pies crujen mientras la brisa las levanta y se las lleva creando una danza en el aire, las lápidas a mis costados crean escalofríos pero a lo lejos una llama mi atención tiene una rosa blanca descansado sobre una pequeña hoja, siento mi corazón revolotear al ver su nombre en ella, Patricia Ross, paso mi mano por la lapida recreando el contorno de su nombre con mis dedos, un pequeño dibujo llama mi atención, los recuerdos de aquel tatuaje que tenia en su la parte izquierda de su cadera vuelven haciendo un agujero en mi pecho, es una hermosa mariposa cincelada con sus alas coloreadas de un rosa pálido con matices negros que reposa en su ultima I.

Noto como a un lado de su nombre hay un pequeño agujero miro la pequeña piedra en mi mano y la incrusto en ella quedando perfecto, un rayo de sol da en la piedra y esta se ilumina creando una vista hermosa, sonrío y cruzo mis piernas dejándome caer frente a la lapida con un nudo en mi garganta que me impide respirar, tomo varias bocanadas de aire y entierro mi rostro en mis manos por varios segundos.

- Hola mariposa... — Mi voz sale ronca por las lágrimas retenidas — Cuanto tiempo ¿No? — Juego con mis dedos tratando de apaciguar el nerviosismo que recorre todo mi cuerpo, fallando en el intento — No sabes lo duro que es vivir sin ti Patricia, no poder verte sonreír es un calvario, los días fríos se han vuelto una gran compañía desde que te fuiste y... — Las palabras cesan cuando mis ojos se empañan y las lágrimas me ahogan — Te extraño tanto — Digo mientras un dolor, que es mas odio y rabia, quema mi pecho, doy un golpe y otro y otro al cemento bajo mi cuerpo hasta que siento la rabia menguar, tomo aire y vuelvo a hablar — Hoy descubrí muchas cosas y una de ellas es que aunque sienta como si me arrancaran el alma, con tan solo pensarlo, debo dejarte ir y lo haré... P-puedes ser libre, vuela y extiende esas hermosa alas llenando el cielo de miles de colores, llena aquel lugar lejano con tu desmesurada alegría e impregna cada rincón con tu dulzura — Una brisa golpea mi cuerpo y cierro mis ojos cuando una sensación extraña me llena y es como si sus brazos me rodearan — Vuela princesa porque yo seré feliz ¿Sabes porque? Porque tengo a alguien que se ha convertido en mi oxigeno para respirar y mis fuerzas para seguir — Sus hermosos zafiros vienen a mi mente y escucho retumbar en mis oídos su risa, esa risa que se ha convertido en un sedante que tranquiliza mi alma — Tu siempre seras parte de mí y siempre te querré, pero dios siento que la amo... — Toco de nuevo la lápida y por muy rara que sea la situación siento como un peso baja de mis hombros al contarle todo, porque sé que donde sea que este ella me esta escuchando y me esta apoyando como siempre lo hizo — A su lado todo es diferente, alumbra mi oscuridad como si fuera un faro y se ha vuelto el pilar que me mantiene en pie, si la conocieras jamas serían amigas — Suelto una carcajada siquiera con imaginar su primer encuentro, son tan diferentes a simple vista pero con tantas cosas en común — Pero al conocerla profundamente sé que lo serían — Miro la hora en el reloj de mi muñeca notando que ya se me hace tarde — Creó que debo irme princesa pero te prometo  que volveré y la traeré para que la conozcas — Me acerco a la lapida y rozo con mis dedos el dibujo, y dejo un beso sobre la lapida cierro mis ojos y dejo mi frente descansar mientras unas lágrimas humedecen mi rostro — Seré feliz no solo por ti, sino también por mi — Me pongo de pie y salgo de allí con una tranquilidad invadiéndome.

En busca de mi Libertad  #C12-16Where stories live. Discover now