En busca de mi Libertad #C12-16

29. Eterno

All About Us - He Is We

Emilyd

Algo en mi cuello hace cosquillas por lo que me despierto, los brazos de Connor me envuelven mientras su olor es como una estela sobre mí que inunda mis pulmones hasta llegar a mi cerebro y descontrolarlo por completo, sonrío y me doy la vuelta en sus brazos con cuidado de no despertarlo, está plácidamente dormido sus largas pestañas llegan a sus pómulos altos, sus labios están entreabiertos, subo mi mano hasta su rostro acariciando su mandíbula, sus pobladas cejas, el puente de su nariz y el contorno de sus labios, dirijo mi mano hasta su cabello y enrollo un mechón en mi dedo índice dándole vueltas, me acerco y beso sus labios el agarre en mi cintura se hace más fuerte y tira de mi hasta quedar sobre mi cuerpo, sus labios me responden gustosos y no puedo evitar sonrojarme, una de sus manos delinea las curvas de cuerpo y me estremezco, me separo mordiendo con sensualidad su labio inferior, últimamente he notado que amo morder su labio, me siento a horcajadas sobre su pecho y el baja sus manos hasta mis caderas, nuestras miradas conectan y un escalofrío corre por mi espina dorsal al notar la intensidad de su mirada, muerdo mi labio y él lo nota sin perder tiempo tira de mi rostro hacia él y me besa ferozmente, robando cada uno de mis suspiros.

- Quiero despertar todos los días así... — Sonrío y rozo nuestros labios de nuevo sin darme oportunidad muerde mi labio inferior robando un gemido de mi garganta y vuelve a cerrar sus ojos.

- Despierta dormilón — Escucho un gruñido proveniente de su garganta, sus brazos me envuelven y me tiran boca arriba, suelto una carcajada y él se acuesta en mi pecho — ¿Cómodas? — Le digo haciendo referencia a mis senos el asiente y se hunde más en ellos.

- Excelentes, me encanta — Suelto una carcajada y el no tarda en seguirme.

Luego de una guerra para que se despertara, nos duchamos y bajamos a desayunar, entre risas cocinamos tostadas y huevos revueltos y fue peor comerlos con las caras de Connor tratando de hacerme reír, cosa que junto a él no es muy difícil, en varias ocasiones casi me ahogo y él boto el jugo que tenía en su boca porque no aguantaba la risa, en conclusión fue un desastre.

- Princesa — Toma mi mano y me atrae a su cuerpo — ¿Vamos a hacerle una visita al Dr. Tayler?

- Si, vamos — Tomo el abrigo y tiro de su mano corremos mientras la fría brisa golpea nuestros cuerpos, la escarcha que cae del cielo nos da la bienvenida al exterior mientras el calor de su mano en la mía me brinda seguridad, siempre que lo tenga a mi lado no me importará correr miles de kilómetros con tal de escuchar su risa, esa melodía que tanto me encanta.

A unos cuantos metros vemos el hospital y nos detenemos, nuestras respiraciones están agitadas, mi pecho duele por la falta de oxígeno pero lo único que puedo hacer es sonreír, coloco mis manos en mis rodillas y tomo una gran bocanada de aire.

- Ya no estamos en las misma condiciones — Dice entre jadeos y doy un golpe en su hombro.

- Claro que sí ¿Qué apuestas a que llego primero a recepción? — Enarco una de mis cejas retándolo, su mirada brilla y sé que aceptara.

- Será sorpresa... — Con su dedo índice toca la punta de mi nariz y sonrío por lo tierno que fue eso.

- En sus marcas, listo, fuera — Las palabras salen atropelladas de mi boca por la rapidez en la que las dije y antes de que pueda analizar mis palabras salgo corriendo, la adrenalina recorre mi cuerpo, mis piernas arden por el esfuerzo pero no me detengo, escucho sus pasos cerca de mí y corro aún más rápido.

- No ganaras, princesa — Siento una de sus manos revolverme el cabello y lo fulmino con la mirada, va justamente a mi lado, las personas nos ven raro pero le quito importancia, la vida se vive mejor con alguien a tu lado que comparta tu misma locura.