En busca de mi Libertad #C12-16

30. La melodía perfecta

Emilyd

- ¡¿Por qué mierda estoy tan nerviosa?! — Llevo mis manos a mi rostro ahogando de tal forma mis palabras, un cosquilleo recorre mi piel húmeda por el sudor, una extraña sensación invade mi pecho y siento que podría gritar con todas mis fuerzas, Haven sonríe al verme tan nerviosa — Llevo más de un año presentándome y cada día el nerviosismo es peor — Las carcajadas de Haven no se hacen esperar mientras enciende el teclado y toca algunas teclas.

- Emilyd, tranquilízate... —Da la vuelta y camina hacia mí brindándome un cálido abrazo, cierro mis ojos regularizando mis respiraciones, me separa y nuestras miradas azuladas conectan, un sonrisa se extiende por su rostro logrando así brindarme la calma que necesito — Los nervios son la mejor parte de todo, sin esa emoción todo se vuelve una rutina Em, lo harás perfecto... — Besa mi mejilla y da media vuelta dejando una estela de su perfume a frutas, observo como se pierde entre las personas y comienza a hablar con una niña del público.

Casi dos años y mi vida es tal como la soñé durante tantos años, luego de reencontrarme con mis padres mi mundo tomo un nuevo color, ese pequeño agujero en mi vida se había llenado con la presencia de ambos, me brindaban el calor de una familia, me apoyaban en cada locura que me proponía y me hacían sentir en casa... En mi hogar.

Luego de algunas semanas todos comenzamos a retomar nuestras vidas, a idear nuevas metas y cumplir nuevos sueños... Connor retomo sus estudios con ayuda de Ben y ya está a solo semanas de obtener su título en Derecho, verlo cumplir sus sueños me hace inmensamente feliz, escuchar sus anécdotas al llegar de la universidad, que me enseñe las nuevas leyes que aprendió en el día y verlo sonreír con entusiasmo porque podrá ayudar a personas inocentes es el mejor regalo que la vida me puede obsequiar.

Por mi parte comencé a presentarme en un café, luego de unos meses bastantes difíciles Haven se unió a mi pues el terapeuta le pauto que debía tratar de olvidar todo lo sucedido en aquel tormentoso tiempo, en ocasiones la observo y puedo ver un dejo de tristeza en su mirada pero luego se muestra fuerte y valiente, después de todo lo vivido no quería la misma vida de siempre, anhelaba algo diferente y lo logre... Al principio solo eran unas pocas personas las que nos veían pero con el tiempo el café fue haciéndose "famoso" todas las noches se abarrotaba de gente y Will no paraba, él fue la única persona que vio nuestro potencial cuando nadie lo hizo, nos dio la oportunidad de presentarnos en su café y hasta el día de hoy seguimos aquí porque las personas, en ocasiones, necesitamos un pequeños aventón para volar alto y Will fue nuestras alas, aquellas que nos hicieron volar y ascender entre las nubes para llegar a la cima. 

En una ocasión un empresario se acercó hasta el café, era el dueño de una disquera y nos había visto en varias ocasiones, quería firmar un contrato con nosotras pero lo negamos, no queríamos fama y autos lujosos, ni mansiones, ni fotógrafos detrás de nosotras... Queríamos una vida normal haciendo lo que amamos, junto a las personas que amamos, sin que una hoja con nuestra firma dictara nuestro futuro, ni nuestra forma de ser; ahora sé que esa fue la mejor decisión que pudimos tomar.

Mis padres son mi sostén para seguir adelante, amo cantar y verlos en una esquina del café sonriéndome y en ocasiones llorando de alegría, Connor es todo para mí, cada momento a su lado es único, cada uno de sus besos los atesoro en un parte muy especial alma... Mi vida está completa y es que, cuando menos lo notas el gris del cielo comienza a dispersarse dejando ver el inmenso azul, pintando de nuevos colores el día y brindándonos una razón para sonreír.

- ¡Tierra llamando a Emilyd! ¿Estás en Narnia? — La dulce voz de Haven me saca de mis cavilaciones, sonrío y niego con mi cabeza.

- Perdón... Hey ¿Has notado que Ben y Connor últimamente andan extraños? — Me brinda una mirada cómplice y asiente.