Entonces viene a mi y me dice: Compasión te tendré sin duda alguna. Todo se mide según los parámetros de los demás. Unos son malos, otros pésimos y otros perfectos. Tu eres mala para esto, no tienes capacidad suficiente. Aún así, que va. ocho y tres abstracciones son bastante comparadas con el promedio de cuarenta y nueve. Mira a la ventana por respuestas
Le hago caso y observo el marco de la ventana. Ahí veo todos mis mayores temores condensados en una sola entidad, indescriptible pero horrible. Mi corazón empieza a latir realmente fuerte. Siento que me empujo hacia un vórtice y siento mis pulmones contraerse y casi escapar de mi pecho. Sin pensarlo, uso la llave que se calló para recogerla y escapar de la tentación de quedarme con el problema junto.
Me escondo detrás de mi misma y no se que pensar o decir. Espero lo que a mi me parece una eternidad, quizá dos y tres cuatro nueces redondas que persiguen el tiempo sobre su interminable curso. Helada y fría me siento como congelada como un cubo de azúcar en una mesa hexagonal.
Cuando supero el temor regreso y ya no está la pero en su lugar hay un arte junto al mio. Lo veo, lo examino y no le encuentro razón al asunto. Lo dejo ahí y prefiero no hacer nada. Aún así no desparece de mi vista y grito.
Lo peor de todo es que cuando creo que el nuevo día a pasado no hacen más que acusarme falsamente y me siento tonta, extremadamente tonta. Aún así las cosas parecen transcurrir a mi favor y me siento libre, pero sigo cayendo.
Sigo cayendo y me hundo
No se en que me hundo
Solo se que caigo
Siento un empujón. Tengo calor, mucho calor
El mar de ideas que antes pensaba vuelve a perseguirme y logra alcanzarme.
Lo único que se es que pase lo que pase, solo sigo cayendo.
YOU ARE READING
Cerebro y corazón
Teen FictionEsta novela está dedicada a la eterna lucha que, en nuestro interior, sostienen nuestro razonamiento y sentimientos. Géminis es una chica de 14 años, cuyo lado sentimental y racional están en un conflicto permanente.