Esta novela está dedicada a la eterna lucha que, en nuestro interior, sostienen nuestro razonamiento y sentimientos.
Géminis es una chica de 14 años, cuyo lado sentimental y racional están en un conflicto permanente.
El agua se derrama y cae al suelo. Esto es terrible
Viva.
Oigo ruidos de gente que habla.
¿Ópera? ¿Acaso es la Reina?
¿Que es un óleo? ¿Es como un tornillo no?
...Pero que estúpido es este...
El añil no es un color, el arco iris tiene seis colores, no siete
Voy a darme un respiro
Creo que, creo que
Eres demasiado baja
¿Que tal? Vivo ahí
Ser o no ser, esa es la cuestión. Si es más noble sufrir en el animo los tiros y flechazos de la insultante fortuna o lanzarse en armas contra un mar de agitaciones y enfrentándose con ellas acabarlas, morir, dormir y nada más y con un sueño decir que acabamos con el sufrimiento y los mil golpes naturales que son herencia de la carne
Una voz dice mi nombre, Géminis. La voz es realmente misteriosa.
Cosquilleo perturba mi espalda y reacciono
¿Géminis?
Es mi nombre. Me pregunto porque esa voz misteriosa lo menciona.
(...)
¿Géminis?
Un momento....
(...)
¿Géminis?
¿Esa no es la voz de...?
(...)
Géminis...
Géminis...
(...)
¿Géminis? ¿Estás bien? Despierta, las clases ya comenzaron.
(...)
Abro los ojos y me despierto, siguiendo las ordenes de la voz que ahora ya no se escucha tan misteriosa
Inspeccioné el ambiente y me dí cuenta de que estaba en el colegio. Todo se me hacía realmente extraño. Nada parecía tener sentido
Por unos instantes me sentí incómoda...
---
De pronto, como un hilo atraviesa el ojo de una aguja, miles de ideas atravesaron mi mente.
¿Estuve dormida todo este tiempo?
...
¿Porque me duele tanto la garganta?
Acabo de darme cuenta de que también me duele la cabeza
Creo que tengo fiebre
...
...
...
¿Como llegué aquí?
...
...
...
Ahora que lo pienso, el aniversario ya pasó
...
¿Que diablos acaba de suceder?
.....
Volteé para ver de donde provenía la voz y me encontré con un rostro familiar: Era Lena, la chica que se sentaba en la carpeta de al lado.
No había mucho que decir de ella, era una chica bastante normal y no resaltaba mucho. Yo pensaba que era bastante estable, porque jamás la había vi alterarse. Tenía la tez blanca y el cabello ondulado y largo hasta la espalda. Más bien de perfil bajo, no le gustaba hacer distinciones ni molestar o meterse en problemas con nadie.
A pesar de que se sentase a mi lado jamás habíamos entablado una conversación profunda y nuestras interacciones no escapaban de las tan típicas y necesarias cuestiones académicas de "¿Me prestas lápiz?" y "¿Qué acaba de decir el profesor?"
Luego de verme despierta, sin mediar palabra, siguió entretenida con sus asuntos; mientra que yo, aún un poco desubicada revisé mi bolsillo y encontré un papel impreso que se me hacía familiar.
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