Capitulo 4

4 1 0
                                    


Llegue a su casa, entre hasta donde estaba su habitación y toque la puerta, los modales hacen al Alquimista.

- Pase –grito Marcus, y yo evidentemente entre. El no se asusto, pero si estaba sorprendido de verme allí- pasa amigo

- ¿Cómo has estado?

- Bastante bien la verdad –su habitación estaba igual que siempre, pero ahora estaba pintada de un color negro,y faltaban algunos de sus libros- mi abuela aun esta viva ¿Tienes algo que ver con eso?

- La verdad es que no, le devolví toda la vida que le quedaba, e incluso por ti le quite dos días.

- Gracias entonces

- Vengo por un asunto de Alquimista, quizás te beneficie –Le mostré el gorro rojo.

- Reconozco eso, le pertenece a Cintya ¿verdad?

- Sep, así es, te mando todas estas cartas –Las tire encima de su cama- para decirte en un gran resumen que te ama bastante

- ¿Lo dices enserio?

- No suelo bromear y eso lo sabes. Ella te ama, y te ha escrito todo esto pensando que por su timidez jamas en tu vida te darías cuenta.

- Ya lo sabía la verdad, pero nunca pensé que llegaría hasta este punto.

Creo que estuvimos unos 30 minutos leyendo y leyendo, hasta que la ultima carta ya había sido oída. Al final Marcus se fue por una rosquilla y yo me quede esperándolo hasta que volvió.

- ¿Quieres un poco? –Pregunto mientras me la acercaba

- No gracias, no siento hambre y no quiero saber que pasa con la comida si me la trago –Ambos nos reímos como antes, al final acabe aceptando la mitad- oye pero dime, ¿Qué piensas hacer al respecto?

- ¿Pues que implica el trato que hiciste?

- Solo que le creara una oportunidad para que tu supieras de su amor, osea, que leyeras las cartas, ya termine con mi parte.

- ¿Desaparecerás?

- Termine con mi cuota de hoy, si tienes un plan puedo ayudarte.

Marcus decidió que alguien así merecía una oportunidad, a pesar de que no tengo permitido intervenir le dije que quizás no era una gran idea. Todo acabo en que quería que tuviesen una cita, si funcionaba seria genial, pero si no, nada se perdía.

- Hey –por primera vez decidí intervenir un poco en el mundo- ¿Cómo esta Aby?

- Ella esta bien, le va bien con su empleo y creemos que Ron le pedirá matrimonio pronto

- Esa idea esta desde que estaba vivo –Solo yo reí, pero al final Marcus esbozo una sonrisa, me despedí amablemente y me fui.

¿Les interesa saber que ocurrió? Pues eso se lo dejo a Marcus ya que desde aquí no tengo mucho que ver en esta parte de su historia.

Pues mi amigo me dio todas estas cartas, durante la mañana le pedi una cita a Cintya. Se puso bastante roja y nerviosa, pero logro decir un si. La veré a las 7 en su casa para que salgamos, pero la verdad, creo que estoy nervioso. Jamás la vi como una pareja potencial, pero hey, si la vida da naranjas es buena idea hacer un batido.

A las 7 llegue hasta su casa, me recibieron sus padres y me hicieron tomar asiento. Me sentía mal vestido, aunque la verdad yo me estaba sintiendo bastante adecuado con mi poleron azul y mi polera blanca.

Su padre Mauricio se preocupo al notar que Cintya no estaba bajando, así que decidió ir a buscarla a su habitación. Mordí una de las galletas que estaban en la mesa solo para casi atragantarme al oírlo gritar. Asustados subimos su padre Samuel y yo hacia donde se encontraba, y nos sorprendimos al ver una mancha de sangre en la pared y la habitación completamente vacía.

Ley del AlquimistaWhere stories live. Discover now