Capítulo 10. | Esto no está bien.

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Temothée Hammer.

—Bien, creo que eso es todo por hoy —me hablé a mi mismo, mientras veía como me quedaron las etiquetas de presentación para los productos en WindWood.

Eran las 10:30am y ya había adelantado muchas cosas desde temprano en el trabajo, lo hice para poder ir a mi casa antes de la universidad, y hacer el almuerzo de Julián y el mío.

Ya le había cocinado el almuerzo estos últimos días, siempre parecía satisfecho. Ayer el almuerzo que había hecho para él me lo tuve que terminar comiendo yo, nunca llegó a su casa. Fui con el almuerzo en repetidas ocasiones para dárselo y nada, no había señales de él dentro del apartamento.

Hoy supuse que se lo tendría que llevar a la universidad, porque teníamos que estar antes de la hora de almuerzo para poder ver la primera clase. No estábamos en la misma carrera pero casi todos los horarios comenzaban a la misma hora, y variaban luego de la hora de almuerzo.

—¿Timmy? —alguien me bajó de mis ensimismamientos —wow, que sorpresa encontrarte aquí.

Era Mónica, mi ex compañera de trabajo.

—Mónica ¿Cómo estás? —extendió los brazos para abrazarme y cedí.

Se veía muy bien, no había pasado mucho tiempo desde la última vez que la vi, pero se hizo un cambio de look, dejando atrás el color rubio de su cabello y pintándolo de color negro. Fue un cambio drástico, pero le quedaba muy bien y hacía resaltar su piel pálida de igual forma. Tenía puesto un vestido no muy largo de color rojo oscuro y unos tacones negros que hacían juego con su cartera, también tenía algunas pulseras y un collar muy lindo que colgaba en su cuello. Se veía hermosa.

—Muy bien, todo normal y aburrido —comentó —¿Y tú cómo estás?

—Yo he estado muy bien, pero parece que a ti te va mejor, ¡Estás muy guapa! —admití con sinceridad.

—¡Muchas gracias! —el rubor en sus mejillas se pronunció —que bueno que estés bien, me alegra mucho saber. ¿Y estás de compras? —preguntó con una cálida sonrisa.

—No, estoy trabajando aquí —confesé —comencé hace un tiempo.

Se me estaba haciendo tarde, pero no podía cortar la conversación así de la nada, sería de mala educación.

—Que bueno que hayas conseguido trabajo rápido —se mostró alegre —oye, me quedé esperando tu mensaje para guardar tu número.

Recordé que el día que me despidieron, me había anotado en un papel su número de teléfono para estar en contacto, pero ese papel se me perdió.

—Lo siento, soy muy torpe y no sé que hice el papel donde me anotaste el número.

—Descuida, entiendo perfectamente.

Quedamos en un momento de silencio incómodo y por los gestos de Mónica comprendí que estaba esperando a que le pidiera su número, así que fue lo que hice.

—Bien, intercambiemos números para estar en contacto —le dicté mi número y enseguida lo agendó en su teléfono, igualmente hice con número.

—Listo, te envié un mensaje —sonrió.

—De acuerdo, ahora me voy, tengo que ir a la uni —comenté.

—Bien, me alegró mucho verte Temothée. Podemos quedar un día y vernos un rato —habló sin rodeos.

—Oh, por supuesto —esbocé una sonrisa y me despedí con un abrazo —hasta luego.

Prácticamente corrí al parking de la tienda para subirme al auto e irme antes de que se me hiciera más tarde.

JULIÁN © (Boys #1)  [ COMPLETA ] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora