Capítulo 17

89.7K 3.8K 602
                                    

                                                                       XVII

Mi espalda choca contra una de las paredes del cuarto de las fotocopiadoras, mientras intento retomar las riendas de mis emociones y fortalecer mis barreras al máximo. No puedo darme el lujo de descuidarme. La primera vez que Bruce me atacó se hizo pasar por Ethan; nada me asegura que ese no sea el caso hoy.

Lo miro directo a los ojos, temiendo encontrarme con la mirada despiadada de Bruce. Lo que veo allí me hace pensar que a quien tengo enfrente es al verdadero Ethan;  cosa que confirmo cuando invado su mente y leo sus pensamientos. La rabia, el dolor y la desilusión que hay en su interior me descolocan, al punto de que tengo que reprimir mis lágrimas. Sé que debo decir algo, explicarme, pero no sé ni por dónde empezar.

Él se me acerca lentamente, sin quitarme su penetrante mirada de encima. Luce muy tenso, y por la forma en la que aprieta la mandíbula, sé que está reprimiendo sus sentimientos. Me da un poco de miedo verlo tan afectado y molesto. Sin embargo, no pienso huir. Ya es hora de que lo encare de una vez por todas y acepte las consecuencias de mis actos. Estoy harta de ser protegida y huir como una cría de todo.

─Ethan, yo…─Comienzo a hablar.

─¡Silencio!, no quiero escucharlo. ─Me interrumpe él, ya a pocas pulgadas de mí.

Ignoro su orden. De aquí no me voy hasta que él escuche lo que tengo que decir.

─Sé que debes estar molesto y te doy la razón. Debí haber sido más honesta contigo y… ─Mi intención es continuar hablando, pero me detengo cuando noto que Ethan me está ignorando descaradamente. 

Lo miro con incredulidad,  viendo como él eleva el brazo y toma un mechón de mi cabello entre sus dedos.

─Dime, Ally. ¿Por qué Reed? ¿Qué tiene él que no tenga yo?  ─pregunta él, acercando su rostro hasta casi rozar mi nariz con la suya.

Volteo la cara hacia un lado; no me gusta a dónde va todo esto.  Ethan, por su parte, me toma por el mentón con un tanto de brusquedad, regresando mi rostro a la posición original.

─¡¿Qué haces?! Me lastimas ─me quejo.

Ethan deja salir una carcajada ronca, al tiempo que me clava sus ojos azules. Su mirada es dura  y fría, algo muy fuera de carácter en él. El agarre de sus dedos no cede, y yo me debato entre forcejear para que me suelte o intentar hacerlo reaccionar.  La culpabilidad no me deja hacer lo primero, así que me decido por la segunda opción.

─Shh…─sisea él al notar mis intenciones─. Te dije que no quiero escucharlo. ¿Qué pasa, Ally? Pensé que te gustaban rudos.

Esa es la gota que colma el vaso. Olvidada queda la culpa y el remordimiento. Por más lástima que le tenga, no pienso permitir que me trate de esta forma.

─¡Qué dices! Tú no eres así, Ethan. ¡Déjame ir! ─protesto, forcejando como puedo para liberarme de su agarre.

Ethan suelta mi barbilla y me coge por los hombros, manteniéndome pegada a la pared. Su cabello está revolcado, de manera que algunos mechones caen sobre su frente, tapando parcialmente sus ojos, los cuales me miran con un resentimiento que me destroza el alma. De haber sabido que terminaríamos así, habría hablado más pronto con él.

─¡No hables como si me conocieras! Ni siquiera te tomaste el tiempo de hacerlo, sabiendo perfectamente lo que sentía por ti.

─Lo siento. De verdad que lo siento mucho, Ethan ─digo con un  hilo de voz.

Sus ojos refulgen de rabia, cosa que me hace anticipar el peor escenario.

Ninguno de los dos dice nada por unos segundos, lo que aumenta la tensión en el aire a niveles inaguantables. No me atrevo ni a mirarlo a la cara, por miedo a lo que voy a ver allí. De seguro que ahora me odia con todo su ser. 

Dangerous Minds Where stories live. Discover now