Revés del Destino VI

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¿Me mandaste a llamar, padre? —preguntó Heather entrando en el salón.

—Sí, hija. Toma asiento.

Heather hizo lo que su padre le indicaba. —¿en qué puedo ayudaros?

—Tranquila, mi vida, no es nada malo, estrellita. —levantó la vista de sus papeles y observó con ternura a su bella hija— ¿Tu madre te sigue torturando con la boda?

Ella sonrió. Desde que Dominique había pedido su mano en una cena en la mansión Norton su madre no había pisado tierra. Estaba toda descontrolada con los preparativos y amenazaba con matarla de un infarto.

—Madre solo intenta que todo salga bien —contestó diplomáticamente—; pero en el camino está por volverme loca.

Y hasta allí quedo su intento de diplomacia. El Duque de  Wolffurt soltó una carcajada sonora y alegre.

—¿Heather, has visto a Phillipe? —preguntó en casi un murmuro repentino, tornándose un poco serio. Ella asintió— ¿cómo está? ¿Sigue sin querer verme?

—Sí, papá. Lo lamento mucho —se levantó y abrazó a su padre—. Es un cabeza dura.

—¡Querido, mira quien llegó! —Lady Francesca Larringtong, Duquesa de Wolffurt irrumpió en el despacho de su esposo, ambos se quedaron callados y con expresión sospechosa. Detrás suyo estaba Dominique. A Heather se le iluminó el rostro y sonrió con amor.

—Milady — se acercó a ella  y besó su  mano con pasión. Luego observó al padre —. Su excelencia.

—Monfort, hijo —lo saludó el bonachón gordito— ¿a que debemos el honor, su excelencia?

—Pasaba  por aquí y disculpe el atrevimiento, excelencia; pero ¿no hace un lindo día para caminar? ¿Le apetecería Lady Larringtong acompañarme en un paseo?

Heather asintió y observó su padre. Éste la miró en respuesta.  Dominique se dio cuenta que algo pasaba, aquella era una mirada de complicidad, de conocimiento. De algo habían estado conversando padre e hija con anterioridad. Un tema que parecía que la duquesa no estaba enterada pues apenas habían entrado, ellos habían callado, adquiriendo una expresión de culpabilidad. Heather no lo observaba directamente a los ojos, algo le estaba escondiendo; estaba seguro. 

Revés del DestinoWhere stories live. Discover now