Cincuenta maneras de besarte bajo el muérdago | BrightWin

Uno: Beso accidentado

Punto de vista de Win

Estuve más de una hora decorando el gigantesco árbol que mi madre me regaló. Este pino lleno de bolas coloridas y luces me hace sentir el verdadero espíritu navideño, pero no sucede lo mismo con el chico que me está ayudando a decorarlo. Maldición, ¿por qué no puede hacerlo sin quejarse cada dos minutos? Es frustrante.

—Debería estar haciendo algo productivo en lugar de decorar esta cosa inservible.

—Bright, mamá solo quería dar un detalle.

—Acepto un detalle, pero no un detalle de dos metros que ocupa todo nuestro departamento —termina de acomodar una bola y se lleva las manos a la cintura mientras sigue con el ceño fruncido.

Sonrío al escucharlo. Nuestro departamento suena bonito. Después de tanto tiempo siendo novios, la idea de vivir juntos se ha hecho realidad. Me gusta vivir con él aunque se queje de todo.
Lo veo subir a una escalera y me tiende la mano. Ladeo la cabeza sin comprender.

—Falta la estrella en la punta, Win. Dámela.

—Pero yo quería poner la estrella —le digo con voz suave, esa voz que nunca falla para que haga lo que yo quiera.

—Esta vez sin pucheros. Dame la estrella y terminemos de una vez con esto. Estoy cansado —su típica cara seria no me detiene.

—Bright... Por favor, ¿sí? Yo quiero, déjame hacerlo.

—No.

Me cruzo de brazos y espero a que me haga caso. Luego de unos minutos se resigna y hace un movimiento para bajar, pero su pie pisa mal la escalera y es como si lo viera en cámara lenta, aunque un segundo después él esté tirado en el suelo... con el árbol hecho un desastre.
Voy rápidamente a socorrerlo, quito el pesado árbol de encima y observo que no haya heridas en él; Bright hace una mueca de dolor que me hace sentir culpable al instante.

—¿Estás bien?

—Estaría mucho mejor si dejara de cumplir tus caprichos algún día.

—Pudiste haberte lesionado, lo siento. ¿Quieres que llame a una ambulancia?

—Silencio. ¿Quién necesita una ambulancia? Soy un hombre fuerte, pero si no me besas en tres segundos, voy a morir.

Su mirada divertida me llena de calidez, así que lo beso durante un largo rato y él parece estar mucho mejor. Luego de ayudar a Bright a levantarse, pregunto:

—¿Lo armamos otra vez?

—Vete al demonio, Metawin.

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Nota:

¡No puedo creer que este sea mi primer escrito sobre esta pareja! Es la primera ship que staneo tan fuerte como para ponerme a escribir un fic sin siquiera haber pasado un año de conocerlos, es impresionante el amor que les tengo; Bright y Win hicieron que este año de mierda fuese un poco más llevadero, menos oscuro, lo llenaron de sonrisas y felicidad, me salvaron y distrajeron de un montón de cosas feas que la cuarentena me ocasionó.
No solo ellos me hicieron feliz, sino también el fandom tan cariñoso y unido del cual estoy muy orgullosa de formar parte.

Si leyeron hasta acá les agradezco mucho y espero no decepcionarlxs. Escribo mucho fluffy y drama, así que espero que les guste :)

Ivy.