Nueve: Beso de descubrimiento

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Una bonita tarde en el centro comercial llegaba a su fin. Dos amigos se habían reunido para hacer compras navideñas y era hora de volver a casa, pero uno de ellos, Win, estaba preocupado por su amigo, ya que este se notaba muy expuesto a la repentina bajada de temperatura del atardecer que comenzaba a desaparecer. No hacía mucho frío, pero había viento.

—Lleva mi suéter —ofreció.

—Win, está bien, no hace falta. Mi casa no está tan lejos.

—Pero yo me iré en coche, tú no —respondió el chico—. Llévalo, me sentiré culpable si te da una pulmonía.

El contrario, llamado Bright, rodó los ojos gracias a la exageración de Win y se puso la prenda. Le quedaba bien, ya que ambos tenían casi la misma estatura y contextura física. Se despidieron y ambos tomaron caminos diferentes; Bright llegó a su casa y llevó las bolsas de las compras a su cuarto para que nadie viera los regalos que había adquirido.
Al entrar se quitó el suéter y lo dejó arriba de la cama, notando un cable blanco en el bolsillo de la prenda. Lo tomó encontrando el celular de Win, el cual sostuvo en sus manos por un momento sin saber qué hacer, ¿cómo pudo haberlo olvidado?

Por un momento le invadió la curiosidad. ¿Estaba mal si lo revisaba? Claro que sí, pero una miradita no le haría mal a nadie; incluso si encontraba algo comprometedor, estaba seguro que guardaría silencio y no lo mencionaría.
Tocó la pantalla y éste se desbloqueó. Bufó de indignación al ver que su amigo era tan descuidado como para no ponerle contraseña, pero a la vez estaba agradecido por ello. Notó que el cable de los auriculares seguía conectado, así que revisó el reproductor de música. Habían algunas cosas que le gustaban y otras demasiado alegres que no podía siquiera reproducir porque le harían daño a sus oídos, pero aún así continuó su exploración.

Una lista de reproducción llamada "My forgetful boy" le llamó la atención. La mayoría de esas canciones eran sus favoritas y habían otras que no conocía, pero que le llamaron la atención y las escuchó con esmero. Estaba confundido, ¿por qué aquel nombre? ¿Por qué era tan acertado a su gusto musical?
Mientras reproducía Day 1 de Honne, Bright comenzó a buscar más allá de la música. Encontró algunas cosas escritas en las notas, pequeños fragmentos sin correlación que lo confundieron aún más... Pero hurgando en la galería de fotos, su impacto fue muy grande al ver una carpeta exclusivamente con su nombre. Habían fotos suyas que había subido a las redes sociales y otras que se habían tomado juntos.

¿Win guardaba todas las fotos de instagram de su amigo?

A decir verdad, Bright no era tonto, pero prefería engañarse. Prefería negar lo que había visto y pretender que no había descubierto que Win sentía algo por él.

No tenía problema alguno con eso, simplemente él se había sentido un chico heterosexual toda su vida y no estaba seguro de qué palabras debía utilizar para rechazarlo. Aunque... Algo dentro suyo se sintió muy a gusto. Descubrir que le gustaba a su amigo le parecía bastante halagador, además Win era muy atractivo, tenía una sonrisa dulce y una voz cautivadora, y sus labios...

Bright negó con la cabeza. Su mente comenzaba a ir por lugares que no debía. Mientras más avanzaba la música, más cosas pensaba. Parecía un hechizo. ¿Podía la música hacerle sentir una conexión con otra persona?

Easily de Bruno Major sonó a través de los auriculares y la letra le hizo reflexionar. Él no era la clase de persona que creía en las casualidades o el destino, pero ¿había alguna posibilidad de estar destinados a estar juntos de esa manera? Tal vez sí, tal vez había estado negado todo este tiempo y en realidad sentía algo tan fuerte que su mente no era capaz de procesar.
En medio de su gran descubrimiento, hizo algo que marcaría el futuro de ambos. Abrió su cuenta de instagram y publicó un video de los dos juntos, uno de los tantos videos que Win atesoraba. Buscó la canción perfecta para el video y mencionó a Win. Luego de esto, se quedó allí intentando comprender qué había hecho.

Le había dado una respuesta.

No obtuvo una reacción de Win, ya que no tenía su teléfono y lo más probable era que no viera aquel video hasta no recuperarlo, así que tuvo otra idea. Bright tomó su guitarra y grabó una pequeña parte de cada canción de la playlist para que Win tuviera su propia versión.
Al otro día devolvió el celular a su dueño sin levantar sospechas y volvió a su casa envuelto en nerviosismo al recibir un mensaje del chico que acababa de ver.


Win: También te quiero.
No sé qué decir, dijiste cosas tan bonitas en el video...

Bright: Ni se te ocurra mencionarlo.

Win: ¡Incluso me enviaste un beso! Qué romántico.

Bright: ¡Basta, estoy avergonzado!
Pero siendo sincero...
No puedo creer que te gusto, jaja

Win: Yo sí puedo creer que te gusto
Nadie se resiste a mí :)

Bright: Ya cállate, presumido.
Y ven mañana a verme.

Win: ¿Ya me extrañas? Nos vimos hace diez minutos.

Bright: Pero diez minutos sin ti se sienten como mil años.
Ugh, espera. No.
Eso fue muy romántico, qué asco.
 
¿Cómo lo elimino?

Win...

Win, responde.

¿Te acabas de morir o qué?

Win: Ascendí al cielo por tu ternura.
Ahora quiero llenar de besitos tu carita preciosa :(
Y cuidarte.
Y alimentarte.
Y acariciar tu cabello hasta que te duermas.

Bright: Hasta mañana, cursi -.-

Cincuenta maneras de besarte bajo el muérdago | BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora