Dos: Beso de recuerdo

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Era día de limpieza general para Bright, así que luego de un delicioso desayuno puso manos a la obra y abrió todas las ventanas. Era época invernal, sin embargo las temperaturas allí eran elevadas, por lo cual no había problema alguno en dejar entrar aire fresco.
Tomó unos guantes, pero no logró ponérselos ya que el timbre en la puerta lo interrumpió. Al abrir, encontró a Win tan sonriente y enérgico como siempre, pero no es eso lo que llamó su atención, sino la enorme botella de champán que traía en las manos.

—No vamos a emborracharnos a esta hora, es temprano —advirtió.

—Buenos días, también me alegro de verte, Bright —ironizó—. Solo quería tener un brindis de Navidad.

—De acuerdo, adelante.

De mala gana, el mayor lo dejó pasar y abandonó los guantes a un costado. Win se preguntaba para qué los iba a utilizar, pero antes de poder decir una palabra, Bright dijo que estaba a punto de hacer una limpieza profunda, ya que su madre se había marchado temprano.
El más alto se sentó cómodamente en el sillón y abrió la botella mientras Bright iba por unas copas. Luego de unos minutos se encontraban brindando y hablando sobre el trabajo, cosa que entusiasmó a ambos y no pudieron notar en qué momento la bebida estuvo a punto de acabarse.

—¿Cuál es tu recuerdo favorito de las grabaciones? O puede ser fuera de ello también... Mejor dime tu recuerdo favorito del año.

La pregunta de Win dejó pensativo al contrario. El mayor tenía recuerdos muy agradables y graciosos sobre aquello, pero había uno que no paraba de dar vueltas en su cabeza.

—Tengo uno, pero primero dime cuál es el tuyo.

—No, yo pregunté primero, ¡tienes que responder! —la sonrisa de Win solo lo distrajo aún más.

—Bien... —tomó lo último de su copa antes de continuar—. Umm... ¿Cómo lo explico...?

Dicho esto, Bright se abalanzó hacia el chico que ahora yacía totalmente confundido. Se sentía valiente y desinhibido, tal vez efecto del alcohol, pero estaba completamente seguro de que así era como deseaba estar, encima de Win, tentado por sus seductores labios.

—Mi recuerdo favorito es cuando estaba encima de ti. Cuando te besé.

—Bright...

—Me lo preguntaste, ¿por qué estás tan tímido ahora?

El que estaba debajo sintió una presión en su abdomen que no podía describir con precisión, pero se intensificó cuando su boca chocó con la ajena en un beso desordenado y pasional. No era lo mismo que besarse en el set de grabación, este beso era tan íntimo y abrumador, que Win no pudo contener el pequeño sonido de satisfacción que salió de su garganta. Fue entonces cuando el mayor succionó su labio superior y luego el inferior, finalizando con una suave y excitante mordida a este último.

—Win, ¿te encuentras bien?

—Sí —respondió con la respiración acelerada—. Así que, ¿ese es tu recuerdo favorito?

—Por supuesto. ¿Cuál es el tuyo?

—Este preciso momento —sus mejillas se tornaron rojas—. Pero podemos crear más recuerdos si lo deseas, tal vez obtengamos alguno más memorable que este beso.

La sutil invitación hizo sonreír a Bright.

—Voy a tener buenos recuerdos contigo en cada rincón de esta casa.

Cincuenta maneras de besarte bajo el muérdago | BrightWinWhere stories live. Discover now