Capítulo XIV (¡Cuidado con lo que deseamos!)

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Debo confesar que a mi regreso se me prohibió ver a mi propio hijo que ahora vive en el campo por más de un año, además si ahora lo veo debo cumplir con unas condiciones bastante degradantes, las cuales siempre acepto por besar y abrazar a mi retoño.

Mi tormento actualmente vive en el campo, en su ciudad natal, por la ley de mi país, mi hijo vive con ella y muy lejos quedó toda su experiencia en la ciudad, al parecer ella y sus familiares fueron removidos de sus cargos por motivos que desconozco y actualmente viven de oficios privados, en comercios locales de aquellos campesinos y verdes paisajes.

No he querido pedirle otro deseo a la virgencita, sigo trabajando duro en mis proyectos, y aceptando su decisión como la mejor y más conveniente para mí, espero que el amor y el trabajo me acerquen cada vez más a mi retoño.

Espero volver a México, espero ver un cambio político en mi país, espero que mi Abuela, ahora desde el cielo, esté orgullosa de mi.

El destino de la casa fue bonito, mi abuela logró venderla y ahora vive en ella una familia cristiana y muy bonita, yo logré mudarme a una mejor zona, en una casa más pequeña pero con un clima y un ambiente bastante apacible, y vivo de manera agradecida y simple, acumulando nuevas experiencias y con nuevas personas que han llegado a mi vida.

Planifico mis viajes al campo con emoción para convertir cada encuentro con mi hijo en una experiencia inolvidable y él disfruta verme llegar a por él, y me llama papá con un tono tan dulce que borra toda inconformidad en mí, ahora agradezco a la virgen por todo y doy gracias también por lo sucedido.

"la pata de mono" es un buen tema para googlear, y entenderán la intención de esta novela tan dramática como real.

Sepan que no siempre debemos pelear por cumplir nuestros deseos y que la virtud de agradecer es más importante que creernos siempre exitosos o mejores que otros.

Mis días transcurren en paz, mis noches también, me emocionan mis proyectos, y voy agradeciendo a medida que voy avanzando o manteniéndome, mi hijo y yo nos queremos sin límites, y tiene gustos tan parecidos a mí que a veces mi Chente me hace creer que podrá parecerse más a mí.

Mi amor, después mi tormento, ahora y por siempre la madre de mi hijo, estoy seguro aprendió también sus lecciones, y sólo queda un ánimo de paz y buenos deseos para ella, sólo quedan mis deseos de no desear nada que no sea en beneficio de cualquiera de nosotros.

Amén y Salud!

UCM

Caracas, 2021.

CDGS. 

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⏰ Last updated: Dec 16, 2021 ⏰

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Un Milagro IndeseadoWhere stories live. Discover now