Autismo -Yoonmin-

Prologo

El mundo, si, el mundo ¿Que se puede describir de él? Bueno, que tiene muchos paisajes bellos, mágicos y si, personas, que se esfuerzan por vivir el día a día ¿Verdad que es sencillo de describir y entender? Pero para algunas personas no es así.

Las personas con autismo les cuesta entender estás cosas, hasta lo más sencillo parece que no la entiende, no obstante no significa que no pueda entenderlo, este es el caso de un pequeño, llamado Jimin, los primeros años de vida fueron hermosos, tenía una familia, podía salir a jugar tranquilamente con sus familiares, cómo primos, tíos y abuelos, le encantaba ese tipo de vida, lamentablemente no duró mucho, a veces sus primos decía que se comportaba raro, que no habla mucho o que lloraba o hacia algún tipo de berrinche, su padre como hombre firme y serio que era lo corregía.

Pensaba que era un niño demasiado travieso y berrinchudo, así que al igual que lo criaron a el, también hizo lo mismo con el pequeño Jimin, lo corregía a base de nalgadas o peñiscos. 

Una vez el pequeño estaba en su casa, cómo siempre jugando en toda su casa con su autito.

Run run run -el pequeño Jimin correría por toda la casa.

Feliz por su nuevo autito que se le había comprado en su cumpleaños, de 5 añitos, corría contento hasta que vio el jarrón de su madre, en ese momento se detuvo, mirándolo con mucha atención, ahora que lo pensaba 

¿Que pasaría si empujaba el jarro? 

¿Podría Volar cómo las aves? 

¿Haría mucho ruido al caer? 

Así que el pequeño en vez de seguir pensando como su padre le había enseñado, según el mayor a "razonar" antes de hacer una cosa, el pequeño empujó el jarrón y este cayó al suelo, rompiéndose, el pequeño se quedó mirando como se había roto el jarrón.

Uhh...montañas! -grito el pequeño, con su imaginación había logrado que los pedazos del jarrón ya roto formarán montañas, un ruta para su auto- run run run 

¡Jimin! ¡¿Estás bien mi niño?! -dijo preocupada su madre, quien está a cocinando tranquila hasta que escucho el ruido fuerte del jarrón que se había caido- Jimin, cielo ¿te lastimaste?

La mujer se acerca y se agachó a la altura del pequeño para revisar si estaba bien, vio sus manos y solo estaban un poco rasguños, por más que la mujer lo llamaba por su nombre, el pequeño solo seguía mirando su autito, queriendo jugar de nuevo con el.

Luego de unos segundos su padre se acercó a ambos, mirando serio al pequeño, ya dándose a suponer que era lo que había ocurrido 

¿Que ocurrió? -dijo el mayor, serio, con voz firme.

Parece ser que Jimin jugando se choco con el jarrón -dice levantando los pedazos del jarrón.

Mami, Jimin empujo jarrón por...umm...por...querer ver qué hacía jarrron -dice le pequeño jugando con sus deditos nervioso.

Pero amorcito sabes bien que se puede romper y te puedes lastimar mi cielo -dice preocupada, sentía que su esposo miraba al pequeño muy enojado, sabía bien que para el no era una excusa.

¿Por esa estúpida razón rompió el jarrón? ¿Acaso no tienes juguetes mocoso? -dice enojado, se notaba en su forma de preguntar.

B-bueno papi, e-es que Jimin querer ver q-que p-pasaba -dice nervioso, su padre lo ponía así, a veces era algo cariñoso, pero en estos casos era muy serio.

Si seguro, amor limpia eso, ahora vuelvo y tú -mira a Jimin, quien evitaba la mirada- ven a tu cuarto, sígueme.

La mujer empujó de manera suave al pequeño para que siguiera a su padre, mucha veces pasaba que el pequeño no entendía si lo llamaban a él o a quien, tendía a confundirse, así que lo siguió y tan pronto entro vio que su padre ya tenía un regla, la misma con que le pegaba sus manitas cada vez que hacía algo "mal"

Ven para acá -dijo firme el mayor, haciendo temblar al pequeño, quien, despacio y temblando se acerco- extiende tus manos 

Así lo hizo, extendió sus manitas 

Serán 5 por romper ese jarrón, costo bastante dinero para que lo rompieras por estúpido  y 5 más por qué fue un regalo mío para tu madre -alisto la regla y...

Zas 

Zas 

Zas 

Zas 

Zas 

U-ummm sniff -el pequeño trataba de contener el llanto, le ardía mucho sus manitas, pero sabía bien que si lloraba su padre aumentaria aún más la fuerza de el golpe de la regla.

Zas 

Zas 

Zas 

Zas 

Zas 

Por fin había terminado el castigo, el pequeño tenía sus manitas temblando, rojas debido a los golpes que le había dado su padre, luego el señor se fue y lo dejo en la habitación sollozando.

Sniff -el pequeño Jimin lloraba de voz baja, dentro de su armario, era el mejor lugar para llorar sin ser escuchado por su padre, el pequeño no entendía el por qué del castigó.

¿Que había hecho mal? 

¿Jugar?

J-jimin no entender q-que hacel mal...sniff...-sollozaba mientras se rascaba sus brazos.

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Tal vez se pregunten que paso (dudo mucho eso XD) 

Pero es que sentía que la anterior historia no estaba progresando nada y hace algún tiempo quería hacer una historia de este tipo, espero que le guste, dejen su estrellita y comentario Uwu.

Me anima a seguir y tal vez, más adelante saque un manhwa de está historia