Autismo -Yoonmin-

Capitulo -5-

-Bien, aquí están los papeles, solo debes firmar, aquí, aquí y aquí -señala el hombre, los lugares donde su "esposa" si es que se podría decir así debía firmar- Los papeles del niño lo mi abogado te los dará en tu otra domicilio.

-Espera...o sea, que ¿yo debo irme?¿Es decir que tú te quedas aquí con la casa?-dice sosprendida la mujer.

-Si, ¿Algún problema con eso? La casa está a nombre mío, por lo cual es mía la casa, así que firmas y te vas buscando otro lugar donde vivir con el mocoso

-Ja, se llama Jimin para que sepas bien y bien, buscaré otro lugar donde vivir -dijo con pena la mujer.

-Bien, te doy una semana para que busques y después me pasas el domicilio nuevo para que informe a mi abogado y él te lo haga llegar sobre la custodia del Jimin -dijo con voz de desagrado, no le gustaba mencionar ese nombre.

-Esta bien...-firma los papeles y se levanta de la silla en la que se encontraba sentada con el pequeño en brazos y fue a su cuarto de su hijo- Ay mi pececito, ¿Que haremos? Será difícil que podamos salir adelante, también conseguirte un tratamiento, bueno ahora mami vera como hacerlo -lo acuesta al pequeño y se lo queda mirando con una sonrisa con pena- No es tu culpa mi amor...

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La mujer buscaba desesperadamente un lugar donde quedarse pero no había nada a su alcance, cómo escritora de novelas infantiles no ganaba mucho, pues no publicaba muy seguido, así que no tenia mucho dinero, luego comenzó a pensar la ayuda que daba el gobierno para los discapacitados, era una buena idea, pero el tema era que primero necesitaba que un psicólogo respaldará aquello, costaba mucho dinero y el trámite sería un lío, así que decidió esperar un poco. 

Luego de hora buscando, miro hacia la puerta y vio que su pequeño estaba despierto, con el pelo despeinado, ella simplemente sonrió.

-¿Mi pececito se despertó? -sonrie, una sonrisa tan dulce.

-Hujum...-dijo el pequeño y se sobo un poco su ojito. 

-Veni mi lindo pececito, mami necesita ayuda -dice su madre alegre, a pesar de la situación trataba de poner siempre una linda sonrisa.

-Shi mami -va a dónde su madre y ella lo sienta en sus rodillas.

-Mira bebé, nos mudaremos de casa -señala la pantalla aun que su pequeño se quedaba mirando a otro lado- Jeje ¿No te llama la atención eh? 

-Umm -es lo único que dijo su bebé. 

-Jeje ¿A qué mundo habrás llegado hoy amorcito? -lo abraza, la madre sabía bien que por su condición, seguramente se habría perdido en su mundo imaginario.

-Mami ¿Casa nueva? -mira a la pantalla - casa linda 

Oh ¿Esa amorcito? -sonrie- se ve que te gusta que tenga un patio, es pequeño pero se ve que te gusta al menos plataremos algunas cositas.

-¿Cositas? -ladea su cabeza, causando ternura a su madre. 

-Jeje, si bebé, a lo que me refiero son a las plantitas ¿No te gustaría plantar flores o verduras? O frutas quizás -dice sonriente.

-Verde, verde verde plantas verdes -repite una y otra ve- verde verde 

-Si bebé ya me quedo claro que es verdes ¿Si? -dice con paciencia que seria del pequeño si no la tuviera.

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Pero el amor tan grande que una madre tiene a su hijo, supera cualquier cosa.