O N C E

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Tres días habían pasado desde que Jungkook había meditado con Jimin en su entrenamiento, cuando el señor Lee entró también en celo.

Lamentablemente, los padres de Jungkook aún estaban en el suyo. Pero por suerte, Yoongi y Hoseok ya habían terminado, así que tenía otros lugares a los que escabullirse.

Ahora mismo, Jungkook estaba caminando hacia el campo de entrenamiento para sus tres horas con Namjoon. No estaba tan emocionado por entrenar hoy, ya que el día anterior se habían concentrado en la musculatura de sus piernas y a pesar de que habían pasado horas, aún sentía molestias al moverse.

Unos minutos después, Jungkook pudo ver que Namjoon estaba sentado con un libro nuevo en su regazo. Su sonrisa al verlo fue automática.

Jungkook se sentó junto a Namjoon, y se inclinó hacia él para mirar qué estaba leyendo.

—¿Sobre qué estás leyendo? —Preguntó, siempre curioso por saber qué estaba aprendiendo su maestro.

Namjoon se rió, y giró la cabeza para mirarlo. Sus ojos estaban llenos de cariño que calentó el pecho de Jungkook.

—Hola a tí también. Yo estoy muy bien, ¿y tú cómo estás, Jungkook-ah? —Dijo Namjoon, con un poco de burla, mientras cerraba el libro.

—Lo siento. —Jungkook soltó una risita. —Estoy bien, aunque aún un poco adolorido por el entrenamiento de ayer. —Jungkook suspiró. —Desearía poder sanarme más rápido... ¿Y tú, cómo estás?

—Quizás fue demasiado duro el entrenamiento, lo siento, Jungkook. Bajaremos la intensidad la próxima vez, ¿sí? —Dijo Namjoon, luciendo preocupado.

—¡No! —Jungkook negó rápidamente con su cabeza. —Está bien, sigamos así. Quiero hacerme fuerte.

—De acuerdo. —Namjoon sonrió de manera que sus hoyuelos fueron visibles. —Yo estoy bien, por cierto. Tengo buenas noticias para tí.

—¿Qué es? —Preguntó Jungkook, con una mezcla de curiosidad y felicidad.

—Jimin estuvo en nuestra casa anoche. Nos contó que logró llegar a un acuerdo con su lobo. —Respondió Namjoon, sonriendo. —Así que ya no hay más peligro con perderlo durante su celo.

Jungkook soltó el aire que había estado conteniendo, y por primera vez en días, respiró sin sentir preocupaciones.

—Muchas gracias por ayudarlo, Namjoon hyung. —Jungkook estaba tan emocionado que sus ojos se llenaron de lágrimas. —Sabía que podíamos confiar en tí.

Namjoon pasó un brazo por encima de los hombros de Jungkook y lo acercó a su costado, de manera que la mejilla de Jungkook quedó apoyada en uno de los hombros de Namjoon.

—No tienes que agradecer. Gran parte de esto fue obra de Jimin, y como te dije hace un tiempo, él será parte de nuestra familia, lo cuidaremos siempre. —Dijo, con la voz muy suave.

Jungkook, por su parte, nuevamente estaba entrando un poco en crisis por la extrema cercanía, pero luego recordó su conversación con Namjoon, e hizo lo que siempre le dijeron que no hiciera. Se relajó en los brazos de otro alfa.

Era prohibido, pero se sentía bien. Además, ya habían aclarado que no había manera de que desarrollaran una relación asquerosa.

Jungkook no respondió a lo que Namjoon dijo, se limitó a cerrar los ojos y a concentrarse en el calor del cuerpo de Namjoon, y en su aroma.

—No sé si Jimin te lo dijo o no, pero su lobo tenía razón. Taehyung y Jimin son una pareja destinada. —La sorpresa de ese hecho fue opacada rápidamente cuando Namjoon apoyó su cabeza sobre la de Jungkook, que no pudo evitar ponerse un poco rígido.

Antinatural • NamKookWhere stories live. Discover now