capitulo 1 ~ El encuentro

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Eras una hembra omega la cual fue expulsada de la manada por una supuesta traición a esta.

Sin una manada a la cual pertenecer te dedicabas a vagar por los bosques y montañas sin rumbo fijo.

En un momento te detuviste en bello páramo, el cuál contaba con un pequeño lago a descansar y beber agua cuando sentiste que algo te empujó contra al suelo y se sentó en tu regazo, esto te dejo completamente inmovilizada.

Bakugo: hembra! Tendrás mis cachorros!

Sin percatarse habías entrado al territorio de Bakugo Katsuki que era conocido por ser un alfa salvaje y violento.

T.n: pero, ¡que sucede!

Bakugo: ¡Cállate omega!, eres mi presa ahora, nadie se mete en mi territorio sin consecuencias, espero que estés preparada para servirme a mi y a mí manada.

T.n: suéltame, quien eres?

El me mira con furia.

Bakugo: ¡Yo soy Bakugo alfa, el líder de esta manada! y tú omega, ahora estás aquí para servirnos, no hagas preguntas estúpidas y obedece si quieres sobrevivir.

Me encontraba temblando de miedo, su sola presencia me intimidaba, aún así logré formular una pregunta.

T.n: S.. Ser..virnos?

Bakugo: Sí, servirnos a mí y a mi manada, ahora eres nuestra presa, más te vale que aceptes tu destino y obedezcas si quieres vivir.

La mirada del alfa se intensificó al sentir el temor de su presa.

Bakugo: Aquí no hay lugar para temblar omega, ya conoces tus opciones o sirves o sufres. Prepárate para demostrar tu valía, el destino de los débiles no me importa.

Como el rey lo había mencionado ya en muchas ocasiones mis posibilidades estaban limitadas, ni me quedaba otra opción, con temor me levanté y comencé a seguir al alfa, el cual avanzaba a paso firme sin mirar atrás.

Bakugo: No te retrases omega, aún hay mucho por hacer si quieres ganarte tu lugar en mi manada, ya te lo dije no toleraré debilidades, prepárate para demostrar que mereces estar aquí.

Clave mis ojos en el suelo bajo mis pies, debía cuidar las palabras que saldrían de mi boca, esta persona me había reclutado para su manada, pero no debía olvidado que Lo había hecho a la fuerza.

T.n: si señor

Susurré, la noche ya comenzaba a caer sobre el territorio del salvaje alfa quien aún guiaba a la Omega hacia la guarida de la manada.

Bakugo: llegó la hora Omega, debes ser capaz de demostrar que no eres inútil, mi manada no perdona la debilidad.

Un gruñido grave resuena mientras avanzamos hacia el destino incierto.

El Rey Alfa y Su Presa OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora