El Rey Alfa y Su Presa Omega

capitulo 11 ~ La pseudo solución

Las horas pasaban y no importa lo que hiciese no lograba controlar mi celo, al igual que la primera vez que lo experimente en esta cueva, lastimosamente está vez ya no contaría con la ayuda de Bakugo, luego de mi propuesta se había distanciado de mi, es más, estaba segura de que si esto continuaba el rey me expulsará y todo mi esfuerzo habrá sido en vano, tocan a mi puerta con la pequeña esperanza de encontrarme ahí frente a mi puerta a mi señor abro la puerta con rapidez, lastimosamente no era la persona que yo esperaba sino que el alfa encargado del ejército licántropo, el cual llegó hasta mi cuarto atraído por mis feromonas, el no se hace esperar y me hace una proporción, el desea convertirme en su Omega.

Al principio retrocedo con asco ante la idea, pero luego recuerdo las palabras del rey alfa, quizás el no me quiera a su lado como su Omega pero el desespero en mi interior de mantenerme cerca de el, aunque solo sea su sirvienta me hace aceptar la idea, en mis ojos se nota la determinación, el jefe del ejército sonríe con malicia y prepara sus colmillos.

Cierro los ojos con fuerza esperando que aquel alfa me marque, aunque en mi interior aún sigue palpitando el deseo que aquel que está por marcarme sea el rey, el dolor de mi cuello se intensifica mientras soy marcada pero al menos mi celo se detiene, mi ahora actual compañero no se detiene con el marcaje y comienza a tomar todo mi cuerpo a su deseo, durante todo el acto mantengo mis ojos cerrados esto no me caus placer solo lo hago para que mis feromonas no afecten mi actual estatus.

Al día siguiente me presento a trabajar ante el rey quien se sorprende por verme completamente recuperada de mi celo.

T.n: Mi señor, ya jamás tendré problemas con mi feromonas.

Digo sonriente, el rey se levanta y se hacerca a mi, con rudeza retira el cabello de mi cuello y observa penetrante la mordida del alfa, Bakugo chasquea la lengua antes de proceder a hablar.

Bakugo: supongo que ahora no tendrás más problemas Omega.

Dijo esas palabras mientras me daba la espalda, sentí como mi corazón se detenía ante su actitud, no le importo para nada que fuese marcada por un alfa cualquiera, supongo que aquellos era de esperar, es por eso que trago mi melancolía y me pongo en marcha siguiendo al rey.