Cap 30 (RENGOKU, NOOOO)

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La oscura neblina de la pesadilla envuelve a Douma en un abrazo frío mientras se enfrenta a la visión desgarradora de Shinobu, Daki y Gyuutarou tendidos sin vida ante él. Su corazón late con fuerza, lleno de angustia y desesperación, mientras se acerca lentamente a ellos, incapaz de aceptar la horrible realidad frente a él.

De repente, las sombras se retuercen y toman forma, y de entre ellas emerge la figura ominosa y temida de Muzan, el líder supremo de los demonios. La presencia imponente de Muzan llena el aire con un aura de terror y desesperación, mientras los ojos de Douma se abren con horror al enfrentarse al ser que una vez juró servir con lealtad ciega.

Muzan: (con una voz llena de ira y desprecio) ¿Qué es esto, Douma? ¿Cómo te atreves a abandonar tu lealtad hacia mí? ¿Has olvidado quién eres y quién te dio el poder que posees?

Douma: (con una mezcla de rabia y dolor) ¡Muzan! No... No me atrevería a abandonar mi lealtad hacia ti. Pero tú... Tú también has fallado. Has traicionado nuestros lazos con tus acciones.

La voz de Douma resuena con una furia controlada, su mirada fija en Muzan con determinación y resentimiento. Siente la llama ardiente de la traición ardiendo en su pecho mientras enfrenta al ser que una vez admiró y temió.

Muzan: (con un tono burlón) Tus palabras son vacías, Douma. No puedes ocultar tu traición con excusas baratas. Has permitido que tus emociones te debiliten, y ahora te enfrentas a las consecuencias.

Las palabras de Muzan caen como una losa sobre los hombros de Douma, aplastándolo con su peso implacable. Una mezcla de rabia y desesperación arde en su interior mientras lucha por contener las emociones que amenazan con consumirlo por completo.

Douma: (con voz temblorosa) No... Tú no entiendes. No soy un títere que puedas manipular a tu antojo, Muzan. He tomado mi propio camino, y no permitiré que nadie, ni siquiera tú, me detenga.

La voz de Douma resuena con una determinación feroz, su mirada fija en Muzan con una intensidad ardiente. Siente el fuego de la rebelión ardiendo en su pecho mientras desafía al ser que una vez consideró su maestro y señor supremo.

Muzan: (con una sonrisa despiadada) Entonces, si tanto los deseas de vuelta, despierta. Pero recuerda esto, Douma... El pilar de la llama ha muerto. (Ríe malevolamente mientras desaparece entre las sombras, dejando a Douma sumido en un mar de confusión y desesperación).

Las palabras de Muzan resuenan en la mente de Douma mientras lucha por encontrar una salida de este abismo de terror y desesperación. Una sensación de pérdida y desesperación lo abruma mientras se hunde en las profundidades de su propia oscuridad, preguntándose si algún día podrá liberarse de las cadenas que lo atan al oscuro destino que le aguarda.

Douma despertó con un sobresalto, su pecho subía y bajaba agitadamente mientras luchaba por recuperar el aliento. El sudor perlaba su frente y sus manos temblaban ligeramente. A su lado, Shinobu lo observaba con profunda preocupación, su rostro reflejaba el temor por lo que acababa de presenciar en la pesadilla de Douma.

Douma: (respirando agitadamente) Shinobu...

Su voz salió ronca y entrecortada, cargada con la angustia que aún le oprimía el pecho. Shinobu se inclinó hacia él, colocando una mano reconfortante sobre su hombro, tratando de transmitirle su apoyo en medio de la oscuridad que lo envolvía.

Shinobu: Douma, ¿estás bien? Te vi agitado y... parecías estar luchando en tu sueño.

Douma: (tratando de controlar su respiración) Fue... una pesadilla. Muzan... él...

Douma se interrumpió, incapaz de articular las terribles imágenes que aún danzaban en su mente. La mera mención del nombre de Muzan le llenaba de una furia incontrolable, pero también de un temor profundo y paralizante.

Shinobu: (con un tono de preocupación) ¿Muzan? ¿Como?¿Aun puede entrar en tus sueños?

Shinobu se inclinó más cerca, sus ojos oscuros brillaban con una mezcla de curiosidad y preocupación. Douma vaciló por un momento, luchando por encontrar las palabras adecuadas para describir el tormento que acababa de experimentar.

Douma: (con voz sombría) Estaba... estaba en medio de la oscuridad. Y vi a Daki, a Gyuutarou, a ti... todos ustedes estaban... muertos.

Un estremecimiento recorrió el cuerpo de Douma al recordar las imágenes vívidas de la pesadilla. Shinobu apretó su mano con suavidad, ofreciéndole un apoyo silencioso en medio de su angustia.

Shinobu: Douma, fue solo una pesadilla. Estamos aquí, a salvo.

Douma: (con un suspiro pesado) Lo sé, Shinobu. Pero... la mera idea de perderlos a ustedes...

La voz de Douma se desvaneció en un susurro, incapaz de expresar la profundidad de su miedo y su dolor. Shinobu lo miró con compasión, comprendiendo la tormenta de emociones que lo consumía.

Shinobu: Estamos juntos en esto, Douma. Siempre estaremos aquí para apoyarnos mutuamente, pase lo que pase.

Douma: (con los ojos llenos de lágrimas) Otra cosa, Shinobu... Rengoku... está muerto.

Shinobu: (conmocionada, al borde de las lágrimas) No puede ser... No, por favor, no...dime...dime que no es... que no es cierto.

Douma: (abrazando a Shinobu con fuerza y con lagrimas) Lo siento, Shinobu... Lo siento tanto... pero es tan cierto.

Shinobu: (llorando mientras se aferra a Douma) ¿Por qué... por qué todo esto tiene que ser tan cruel?

Douma: (tratando de consolarla) No lo sé, Shinobu... Pero estamos juntos, ¿de acuerdo? Siempre estaremos juntos, pase lo que pase.

Este Amor Debe Ser SecretoWhere stories live. Discover now