Cap 34 (MUZAN)

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Douma: Arg, no otravez

En la oscuridad de su pesadilla, Douma se encuentra un poco mas tranquilo que la ultima vez mientras observa los cuerpos sin vida de Daki, Gyuutarou y Shinobu frente a él.

Douma: (confiado) Muy bien, solo debo despertar.

De las sombras, la figura oscura de Muzan emerge lentamente, su presencia llenando la habitación con un aura de malicia.

Muzan: ¿Dónde está el lirio de araña azul, Douma? Sabes que no puedo permitirte que te interpongas en mi camino.

Douma: (con determinación) No te daré los lirios, Muzan. No importa lo que hagas.

Muzan: (con una sonrisa siniestra) Entonces, déjame ser claro. Si no entregas esos lirios, las vidas de tus queridos serán el precio que pagarás.

Douma: (suplicando) Por favor, no... No les hagas daño. Ellos no tienen nada que ver con esto.

Muzan: (con desprecio) No hay lugar para la misericordia en este mundo, Douma. Si no cumples con mis demandas, su sangre estará en tus manos.

Con un gesto amenazador, Muzan desaparece de la habitación, dejando a Douma solo con su angustia y su desesperación.

Douma: (gritando al vacío) ¡No! ¡No te los llevarás! ¡No permitiré que les hagas daño!

Pero sus palabras caen en oídos sordos mientras la pesadilla se desvanece lentamente, dejando a Douma solo con sus miedos más profundos.

Douma se despierta horrorizado.

Shinobu: (observa a Douma preocupada) ¿Otra vez Muzan?

Douma: (asiente levemente, tratando de disimular su malestar) Sí, solo fue una pesadilla.

Shinobu: (frunce el ceño, notando la incomodidad de Douma) ¿Qué pasó esta vez?

Douma: (trata de esquivar la pregunta, evadiendo la mirada de Shinobu) No es nada, solo cosas sin importancia.

Shinobu: (con su voz temblorosa) Douma, puedo ver que estás preocupado. Por favor, no me ocultes nada. Si algo te está molestando, necesito saberlo. (las lágrimas empiezan a brotar en sus ojos, reflejando su angustia por ver a Douma sufrir)

Douma: (siente un pellizco en el corazón al ver las lágrimas de Shinobu, luchando contra sus propias emociones) Shinobu, no quiero...

Shinobu: (interrumpiendo con determinación y lagrimas) Douma, somos una pareja. Compartimos nuestras alegrías y nuestras preocupaciones. Por favor, dime qué sucedió. Por favor ¿Por mi?

Douma: (se debate entre ocultar la verdad y preocupar a Shinobu, pero finalmente cede ante su insistencia y sus lágrimas) Muzan... Muzan me amenazó. Dijo que... que si no le entregaba los lirios de araña azul, haría daño a Daki, Gyuutarou y a ti.

Shinobu: (sus ojos se llenan de sorpresa y preocupación, y las lágrimas corren libremente por sus mejillas) Douma, ¿por qué no me lo dijiste antes?

Douma: (baja la mirada, sintiéndose abrumado por la carga de sus palabras, y ve las lágrimas de Shinobu como puñales en su corazón) No quería asustarte. Pero no puedo ocultarlo más. Me aterra la idea de que algo te pueda pasar.

Shinobu: (toma la mano de Douma con ternura, sus lágrimas mezclándose con las de él) Estoy aquí para apoyarte, Douma. Juntos encontraremos una solución. No estás solo en esto.

Douma: (siente un profundo alivio al sentir el apoyo de Shinobu, y sus propias lágrimas comienzan a emerger) Gracias, Shinobu. Tus palabras significan mucho para mí.

Entre abrazos y palabras de aliento, Douma y Shinobu encuentran consuelo el uno en el otro, fortaleciendo su vínculo en medio de las dificultades que enfrentan.

Douma se acurruca en la cama junto a Shinobu, pero su mente está llena de inquietud y angustia.

Shinobu: (nota la tensión en el cuerpo de Douma y lo abraza con ternura) ¿Estás bien, Douma?

Douma: (trata de ocultar su preocupación, pero su voz traiciona su angustia) Sí, solo necesito un momento.

Shinobu: (acaricia suavemente el cabello de Douma) Estoy aquí contigo, Douma. No tienes que enfrentar esto solo.

Douma: (suspira profundamente, sintiéndose abrumado por la carga de sus pensamientos) A veces, Shinobu, siento que el miedo me consume. Me aterra la idea de perderte a ti, a Daki, a Gyuutarou...

Shinobu: (se aprieta la mano con cariño) Entiendo cómo te sientes, Douma. Pero debemos mantenernos fuertes. No podemos permitir que el miedo gobierne nuestras vidas. Juntos, superaremos cualquier desafío que se nos presente.

Douma: (se aferra a las palabras reconfortantes de Shinobu, encontrando consuelo en su presencia) Gracias, Shinobu. Eres mi roca en medio de la tormenta.

Shinobu: (le sonríe con dulzura) Y tú eres mi luz en la oscuridad. No importa lo que suceda, siempre estaremos juntos.

Con estas palabras reconfortantes, Douma y Shinobu se abrazan con fuerza, encontrando consuelo mutuo en medio de la incertidumbre y los temores que los acechan. Juntos, encuentran la fuerza para enfrentar los desafíos que les depara el futuro.

Este Amor Debe Ser SecretoWhere stories live. Discover now