Entramos en el segundo año de secundaria en el colegio San José de Morón, ella se había ganado una beca en un concurso matemático (en el cual yo participé y obviamente perdí ante Roció) y a mi me cambiaron mis padres para que sigamos juntas.
Lo cual era un sacrificio enorme para mis padres ya que era un colegio católico privado lo cual era un extremo costoso. Creo que nunca voy a olvidar lo que decía mi papá de ese colegio : "Los curitas cuando se trata de números no te perdonan ni una".
Como decía estábamos en el segundo año de secundaria y teníamos que hacer actividades extracurriculares.
Rocío se anotó en patín y yo ahí la seguí fielmente.
No me gustaba, me parecía estúpido deslizarse en el piso con los pies pero a Rocío le encantaba y por lo tanto a mi también.
Rocío es... talentosa.
Era perfecta patinando, no se salía de la línea, hacia las figuras perfectas y tenía total gracias a la hora de deslizarse; era un cisne en patines.
En cambio yo, Dios era un desastre! , me caía a cada paso que daba, no tenía coordinación; yo parecía un chancha con patines. Un verdadero desastre.
Fui a dobles turnos y a otras academias de patín y en tres meses de duro trabajo ya tenia el mismo nivel que Rocío. Muchas de mis compañeras me reconocían como buena en una actividad que a mi no me gustaba para nada.
Lo mío era la literatura, me encantaba leer y escribir, mis cuaderno estaban llenos de poemas e historias; pero tenía que concentrarme en ser como Rocío,eso era prioridad.
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Rocío es...
Non-FictionLa historia esta narrada por Carolina Amaya, una joven que tiene varios complejos y no puede vivir sin estar a la sombre de su mejor amiga, Rocio. Ella contara como es la vida desde el punto de vista de quien esta en un segundo plano.
