Capítulo 3. Buenas noches

10.2K 769 664
                                    

Los dos chicos llegaron hasta la casa del peliazul. El mayor abrió la puerta y dejó entrar al pequeño. Bonnie observaba con ilusión la casa. Era bastante grande y transmitía comodidad.

- ¡Tu casa es muy bonita, maestro!- Bonnie le miró a los ojos.

- Vaya, gracias, Bonnie- el mayor se sonrojó-. Bueno, creo que ya deberíamos ir a la cama...

- ¿Qué? ¡Pero si yo no tengo sueño!- Bonnie refunfuñaba- ¡No quiero ir a la cama!

- Ok, entonces ¿qué quieres hacer?

- ¡Quiero ver una peli!- el pelimorado daba saltitos.

- Está bien- Bon se reía-, pero primero ponte algo cómodo, ¿no?

- Pero Bon, no traje ropa...- Bonnie se apenó.

- Tranquilo Bonnie, creo que tengo algo para ti...

Bon subió las escaleras y Bonnie trató de seguirle, aunque le seguía costando subir las escaleras. Al final consiguió subirlas y cansado buscó a Bon en las habitaciones. Lo encontró en un cuarto bien iluminado. Tenía las paredes color azul oscuro y el suelo de madera clara. Era bastante amplia y tenía una cama pegada a la pared. En frente de esta había un escritorio bien ordenado. Seguro que era la habitación de Bon. Observó al peliazul rebuscar en el armario. Se adentró más en la habitación para ver mejor.

- ¡Aquí está!- exclamó el mayor, sobresaltando al pequeño. En sus manos tenía un pijama pequeño de color azul muy oscuro-. Este pijama lo usaba cuando era pequeño- Bon miró a Bonnie-, creo que te irá bien. Si quieres, puedes ir al baño a cambiarte. Está al fondo del pasillo.

- Wow, muchas gracias Bon- el pelimorado cogió el pijama y se fue corriendo al baño muy contento.

Bon sonrió y se fue a su cuarto a cambiarse y ponerse también su pijama. Cuando terminó oyó unos golpecitos en su puerta y la cabecita de Bonnie asomó por esta.

- ¿Puedo entrar?- la voz de Bonnie le dio un sobresalto a Bon.

- S-sí, pasa...

Bonnie entró vestido con el pijama de Bon. Aun siendo pequeño, las mangas de aquel pijama le tapaban las manitas y solo dejaba ver los pequeños dedos del pelimorado.

- ¿Cómo me queda?- Bonnie giró sobre sí mismo y le sonrió tiernamente a Bon.

- M-muy b-bien...- a Bon le costaba hablar, ya se veía tan tierno que casi le da una hemorragia nasal.

- Me alegro, hehe- soltó una ligera risa-. Vamos, quiero ver ya una peli- cogió al peliazul de la mano y lo arrastró hasta las escaleras. Casi se cae un par de veces de no ser porque iba agarrado de Bon.

Fueron al salón y el menor se sentó en el sofá mientras el mayor buscaba la peli.

- ¿Qué tipo de peli quieres ver, Bonnie?

- Mmm...- el pelimorado pensaba- ¡De aventura!

- Ok, allá va- y colocó la película en el lector de DVD.

Pasaron unos 15 minutos y Bonnie se encontraba medio dormido con la cabeza en las piernas de Bon. La tentación pudo con el mayor y este le empezó a acariciar la cabeza al menor. Al principio de sobresaltó, pero poco a poco se fue dejando llevar, acomodó su cabeza en sus piernas y lentamente se fue durmiendo... Bon apagó la televisión y cargó a Bonnie en su hombro hasta la habitación de invitados, ya que si dormían juntos, el peliazul no podría dormir de los nervios. Notó que Bonnie se movía y sintió sus pequeños brazos rodear su cuello y escuchar un pequeño suspiro.

- Bon~- el peliazul casi se desmaya.

Entró en la habitación y recostó a Bonnie en la cama, lo arropó y se quedó mirándolo unos momentos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Entró en la habitación y recostó a Bonnie en la cama, lo arropó y se quedó mirándolo unos momentos. Podía escuchar su respiración tranquila y su cara pacífica. Le dieron unas ganas tremendas de darle un beso, pero no se podía aprovechar de él y menos si estaba dormido y en esa "situación". Sólo se limitó a levantarse, acercarse a la puerta y girarse para verlo una última vez antes de acostarse.

- Buenas noches, Bonnie...- y apagó la luz.

Se fue a su cuarto y se echó en su cama.

Al día siguiente~

Bonnie se despertó confundido, pues no sabía dónde estaba, no le sonaba haber visto aquella habitación en la que se encontraba. Miró a todos lados y no encontró a Bon en ninguna parte. Bajó con cuidado de aquella cama y salió de la habitación. Andaba con cuidado y miraba en cada una de las habitaciones buscando al mayor. Bajó las escaleras agarrándose a los barrotes de estas hasta llegar a la cocina. Encontró a Bon con un delantal blanco cocinando mientras tarareaba una canción.

- Buenos días- la suave voz de Bonnie sacó a Bon de sus pensamientos.

- Oh, buenos días, Bonnie- Bon le dedicó una sonrisa- ¿Qué tal has dormido?

- Mejor que nunca- le devolvió el gesto-. La verdad es que no había dormido tan bien desde hace mucho tiempo...- el pelimorado soltó un pequeño bostezo mientras se frotaba los ojos. El peliazul se sonrojó.

- P-pues no me extraña, ya son más de las 11 de la mañana y ayer te acostaste muy temprano- Bon reía al recordar, pero seguía sonrojado por la reacción de ayer.

- Oww, es cierto, me perdí la peli- el pequeño se apenó.

- No importa, Bonnie, ya la veremos en otro momento.

El pequeño se sentó con el mayor en la mesa de la cocina y empezaron a desayunar. Bonnie tomó un vaso de leche con chocolate y unas galletas, mientras que Bon sólo tomó un par de tostadas con miel. El pelimorado se manchó la cara con chocolate y el peliazul soltó una leve risa. Este le pasó una servilleta y se limpió. Estuvieron así un rato, charlando de cualquier cosa, compartiendo risas durante la mañana. Terminaron de desayunar y el móvil de Bon empezó a sonar.

- Hey, Bon, aquí la científica, ok no, soy yo, Irene- el peliazul rodó los ojos-. Tranquilo, aún no necesito hacerle ninguna prueba a Bonnie, es sólo que tengo a sus amigos en mi casa, ya que les conté lo que pasó con él, y quieren verle. Así que si es posible que te pases con Bonnie por mi casa, te lo agradecería mucho.

- Ok, vamos para allá- Bon sonrió.

- Muchas gracias, Bon- se escucharon ruidos en la otra línea- ¡No, Golden! ¡¡NO PRENDAS DE FUEGO LAS CORTINAS!!- Bon se extrañó.

- ¿Va... va todo bien?

- E-eh, s-sí, pero tengo que colgar, ¡os veo luego! ¡¡GOLDEN, NOO!!- y colgó.

Bon guardó su teléfono algo asustado por lo que dijo su amiga y avisó a Bonnie para que se vistiera. Ambos se cambiaron y salieron de la casa para visitar a su amiga científica...

Volviendo a ser joven (BonxBonnie) [1° Libro]Where stories live. Discover now