A Strange Tale 1 - Capítulo VIII

636 85 34
                                    

Al escuchar la afirmativa de la boca del Doctor Strange, Becky podría decir que un poco de esas sensaciones angustiosas se había apaciguado. No del todo, sin embargo, el peso que llevaba en la conciencia y hombros era menos estresante. Caminó serena por la calle Bleecker, aun asimilando el hecho de ser amiga del Doctor Stephen Strange; Rebecca paró de golpe, colocó su mirada a la nada y pensó:

« ¿Lo habrá dicho solo para que parase? » La joven mordió su labio inferior y le dio razón a sus pensamientos.

Ella rodó sus ojos y llevó una de sus manos a su frente, figurando que lo que acababa de pasar había sido para mantenerla serena, aun así, las angustias que cargaba no habían intensificado, pero se mantuvieron con ella, como lo había hecho estos últimos tiempos. 

Strange llegó a su salón, retiró sus guantes color mostaza y tomó asiento en su enorme silla de caoba, dejó escapar un suspiró agotador y colocó una de sus manos en su rostro, tratando de relajar la tensión que llevaba consigo

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Strange llegó a su salón, retiró sus guantes color mostaza y tomó asiento en su enorme silla de caoba, dejó escapar un suspiró agotador y colocó una de sus manos en su rostro, tratando de relajar la tensión que llevaba consigo. La capa de levitación se alejó de su amo, tan pronto este tomó asiento, y suspendida en el aire, observaba la intranquilidad que le martirizaba.

—Fue una idea estúpida —confesó, sin deshacer su posición. La capa se extendió algo exaltada—. Aceptar tal hecho fue abrirle las puertas a este mundo —ahora la capa se movió frente a él, pidiendo una explicación de esas palabras—. Hay algo extraño con esa muchacha —reveló, al sentir el comportamiento confuso en su querida capa—, desde que puso un pie en ese santuario lo presentí. Peligro, dolor, muerte —Strange quitó su mano y miró a su acompañante—. No puedo asegurar si todo eso es parte de ella, no obstante, puedo reconocer que... —paró. El silencio cubrió ambos, siendo este incómodo y cruel— que en ella habita la magia —La capa se hizo para atrás tan rápido que Strange respondió con el fruncir de su ceño—. ¿Es como uno percibe a otros capaces de aprender de las artes místicas? —preguntó, mientras posaba sus ojos en ella—. ¿Esto es lo que Ancestral sintió conmigo?

La capa se ladeó un poco dando a entender que su interrogante era un poco rebuscada. Strange notó la actitud de su compañera y resopló cansado.

—Ancestral me dijo todas las posibilidades que habría en mí, si obraba de esta manera. Ella vio en mí, mi nata habilidad para las artes místicas, sin embargo, ¿yo he visto en ella lo que Ancestral vio en cada uno de sus discípulos? ¿Las posibilidades de llevar las artes místicas para un bien? Pero, ¿qué hay de estos instintos? ¿Qué hay con las probabilidades de que exista un peligroso futuro en ella, o en todos? —Strange colocó ambos brazos en los descansabrazos de su silla, frotó bruscamente la madera y un nuevo resopló cubrió el lugar—. Hay muchas interrogantes —soltó con una leve y nerviosa sonrisa—. Son demasiadas e increíblemente estoy entre la espada y la pared.

Strange paró de frotar la madera, observó sus manos, temblaban y las cicatrices eran leves bultos carnosos sobre su piel. Tanto tiempo forjándose como un erudito para esta nueva tarea en la que se había encomendado ahora lo hacía sentirse impotente. Rebecca había vuelto su nuevo mundo de cabeza en una manera negativa. Su sentir, con respecto al futuro de ella, lo había envuelto en el pánico y el hecho de no poder hacer valer su título de hechicero supremo. Tal vez Ancestral se había equivocado con él, tal vez le había dejado una pesada tarea para que ella tuviera su eterno descanso. Tal vez si lo uso y las palabras que aquel antiguo discípulo, llamado Kaecilius, que había mencionado podrían forjarse de cierta verdad. Y ante la barbaridad de sus pensamientos Strange sacudió su cabeza y miró a su capa, levitando y ondeándose con elegancia frente a él.

Las Extrañas Historias de una Joven Hechicera. 【E D I T A N D O】y【P A U S A D A】Where stories live. Discover now