A Strange Tale 2 - Capítulo IV

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—¿Disculpa? —preguntó Strange ante las palabras que la joven había revelado. Ella quedó estática, sus ojos se movían de un lado para otro, mientras pensaba que responder.

—¿Dije que me gustó un chico? —soltó confusa.

—Si.

El celular volvió a sonar y Becky llevó su mirada ahí, sus mejillas se tornaron rojas y sintió como estas comenzaban a arder. Veloz se alzó del asiento y guardó el aparato en su bolsillo.

—¡Si! —exclamó con una sonrisa nerviosa en lo que juntaba sus manos—. Es que fue algo... tan inesperado —Strange le miraba desconcertado.

—¿Y en qué...?

—Pero —interrumpió—, si me pongo a pensarlo, así muy detalladamente, creo que lo mejor es que conozca bien a ese muchacho. No adelantarme a situaciones ridículas, pensar con claridad... ¡Muchas gracias, Doctor Strange! —exclamó alegre.

—¿Yo...?

—Me retiro —continuó, tomó su mochila y acomodó en su hombro—. ¡Nos vemos luego, hasta pronto!

Rebecca aceleró sus pasos, el Doctor Strange le siguió con su mirada hasta que desapareció de su presencia. Una vez la soledad le acompañó, dejó escapar un largo e incómodo suspiro.

—Ahora tengo que soportar situaciones de adolescentes... ¡qué los Vishanti me amparen!

Al colocar un pie fuera del santuario, Becky tomó su teléfono y se decidió a responder aquellos mensajes.

«¡¿Quién te pasó mi número!?» escribió golpeteando duramente a la pantalla. No pasó ni un minuto cuando obtuvo respuesta.

«No te lo diré» respondió junto a una carita sonriente.

—¡Lu! —exclamó furiosa—. ¡La voy a...! —se detuvo. Apretó con dureza su mandíbula, suspiró y respondió al mensaje—. Se que fue Lu —habló mientras escribía—, tú y ella lo pagaran muy caro.

«Lu no tiene la culpa, le presione mucho. Solo quería hablar contigo...»

—Vete a la...

—¿Señorita Becky? —escuchó a sus espaldas. Ella dio la media vuelta y miró a Wong cerrar la puerta del santuario—. Pensé que ya se había retirado.

—¡No, aun no! —prorrumpió con esa misma falsa sonrisa que le había demostrado al Doctor—. Ya me iba, pero me distraje tantito con el celular, ya sabe, cosas tontas.

Ella mantenía una gran sonrisa y Wong le veía con esa clásica y severa mirada.

—¿Va hacía la tienda de Yamir?

—¡Si! ¿Vamos juntos?

Wong cabeceó y empezó sus pasos los cuales Becky siguió. 

 

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Las Extrañas Historias de una Joven Hechicera. 【E D I T A N D O】y【P A U S A D A】Where stories live. Discover now