A Strange Tale 1 - Capítulo XI

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Rebecca y Wong compartían el mismo presentimiento sobre Morgana Blessing. En su pequeña conversación, en aquel café, ella había contado el hecho de los peculiares mensajes de texto que había recibido y alegando que eran por uso de la magia, mas no sabía de quien. Wong se vio pensativo, compartía la idea de la joven sobre una posible advertencia y Becky insistía en que Morgana era una mujer que albergaba un inminente peligro. Uno que Strange no podía ver.

—Está enamorado —soltó Wong.

—Está idiotizado —corrigió y él frunció su ceño—. Para ser alguien que va en camino a ser un hechicero supremo, actúa de manera estúpida.

—En parte, el amor así es. Actuar como un tonto.

Ahora la joven frunció el entrecejo pero Wong tenía razón.

—¿Usted, que también es un hombre de conocimiento, sí sospecha algo sobre esa mujer?

—Tengo mis dudas, no lo niego. Pero si algo me enseño Ancestral, es no juzgar un libro por su portada.

—La portada tiene cara de loca —soltó como si nada.

—También está enamorada, ¿no?

Becky se encogió de hombros.

—El punto es, si esos mensajes me estuvieron llegando fueron por obra de algo o alguien... no lo sé.

—Tus instintos son admirables, debes mantenerlos así.

—¿Por si pasa algo?

—Exactamente.

—¿Y a quién debo recurrí si algo malo sucede?

—A Strange.

La joven entrecerró sus ojos y suspiró pesadamente.

—Dudo que me llegue hacer caso alguno.

—Si es un inminente peligro, lo hará —ella resopló—. Tenle paciencia.

Y Becky rodó sus ojos.

—Lo haré —soltó, nada convencida.

Al llegar a Yamir's Store, su jefe le observó con una rara mezcla de peculiaridad y confusión

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Al llegar a Yamir's Store, su jefe le observó con una rara mezcla de peculiaridad y confusión.

—¿Qué? —preguntó, casi alterada.

—Tienes mucho que explicar, jovencita.

—¡¿Qué demonios estás pensando, Yamir?!

Él alzó sus brazos con la expresión más confundida que Rebecca le hubiera conocido. Ella resopló, se acomodó su mandil y continuó con sus actividades en la tienda, ignorado cualquier reclamó de su jefe.

Su jornada continuó en ser tediosa y a la hora de salida, Becky hizo odios sordos a todo comentario de su jefe.

—Puedo decirle a tu madre —dijo, haciéndola volver a su realidad.

Las Extrañas Historias de una Joven Hechicera. 【E D I T A N D O】y【P A U S A D A】Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang