Capitulo 18: Te regalo

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El sonido de un paso firme resonaban por el semidesértico pasillo blanco, la figura caminaba presurosa como si deseara que de un solo paso alcanzar su objetivo. La figura ingresó a una pequeña sala de espera, ahí un personaje descansaba los codos sobre las rodillas, mientras mantenía la mirada en el piso. Inseguro, por primera vez en toda su vida el hombre de cabellos negros dio un paso para quedar frente al maltratado personaje.

La vista de DaeHyun se vio interrumpida por unos elegantes zapatos, levantó la cabeza para encontrarse con el rostro del nuevo dueño de la firma Bang, de un golpe se puso de pie. Enfrenta al mayor, estaba molesto, su ira se dibujaba en la golpeada piel. El beta tuvo una fractura de costilla, algunos raspones en codos y piernas. Un ligero golpe en la frente pero nada de peligro o necesitará tratamiento a largo plazo.

—¿Como te atreves a presentarte?—El menor le cuestionó uniendo sus huellas en el cuello del saco. —Por tu culpa JunHong ...

Sus palabras se perdieron en el silencio, su mirada se volvió vidriosa, no recordaba nada del accidente, solo el grito del omega, sonidos estridentes de metal siendo masacrado, un dolor inmenso y nada más. Despertó a mitad de una habitación rodeado de mujeres y hombres en batas blanca que le pedían controlarse. El miedo lo ahogó al creer que su amigo hubiera perecido en el accidente. Aquel omega era su responsabilidad.

—Tu padre fue culpable de todo, ¿Por qué le contaste sobre Jun?.—Le cuestionó dando un paso firme hacia adelante, YongGuk no mostraba emociones, solo cedió dando un paso atrás.— ¿Esto era lo que querías? ¿Deshacerte del bastardo? .—Su voz se ahogaba en el llanto tratando ser retenido.—Jun estaba feliz, era una nueva vida, un comienzo sin miedos, él era capaz de volver a brillar, tú, y tu asqueroso orgullo tuvieron la culpa.

El beta golpeó un par de veces el pecho del alfa. Al notar que no obtenía una respuesta de ese insensible muro, se atrevió a soltar un golpe seco, el labio inferior de Bang sangro pero este no se inmuto, seguía manteniendo esa mueca de autosuficiencia, de orgullo. Un tercer personaje miraba la escena desde una esquina.

HimChan no creía lo que sus ojos presenciaban. Unas horas antes estaba en Corea y ahora se encontraba en un Hospital al Sur de Japón. Su ex amante recibió una llamada que terminó la reunión sin explicación, por primera vez el rostro del alfa se contrajo formando una desconocida mueca, tenía miedo, un profundo terror se apoderó de su alma. Por mera curiosidad el diseñador tomó la iniciativa de seguirlo.

El sonido de un nuevo golpe se hizo presente, el alfa por fin mostraba signos de estar vivo, le rompió el labio al herido beta que se doblego al recibir un segundo golpe en abdomen, el dolor lo doblegó. El alfa lo tomó por el cuello. La expresión de Bang se volvió una mueca salvaje, de un hombre buscando venganza, enervado por sentimientos que nunca pensó tener. Sufría, algo dentro de él estaba roto sin conocer el porqué.

—Tú también eres responsable de esta situación. —Le gritó, YongGuk aceptaba su responsabilidad pero quería disminuir su carga compartiendo la culpa. —Mi padre no buscaba a JunHong, al que quería era ti.

Una mueca de incredulidad se posó en el cuerpo del beta quien trataba de zafarse del agarre. ¿Qué quería el padre de YoungJae? nuevamente esa extraña sensación en su estómago apareció, era similar a la vivida cuando se enteró de que YongGuk era el CEO de Bang Corp, el segundo al percatarse que el nombre de su ex amante no figuraba en las noticias. Un sabor amargo se apoderaba de su boca.

—Hay una persona que te necesita y no está en este edificio. — YongGuk sujeto por el hombro al beta. — Hay una historia que debo contarte, después de oírla será tu decisión quedarte o irte.

HimChan se recargó en la pared al escuchar el terrible secreto que su ex prometido revelaba. Conocía de humanos volviéndose bestias, pero nunca creyó que el patriarca de Clan fuera tan repugnante para aprovecharse de aquel que llamó por tantos años hijo. No compartían lazos de sangre pero crearon una historia que formó un vínculo inquebrantable. Ahora entendía la sed de venganza de Guk, su ansia para derribar al monstruo que un día tanto admiro.

Blue: Cruel IntentionsWhere stories live. Discover now