El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así qu...
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LEIGH
—¿Estás lista?
Asentí, dejé salir una larga respiración y cerré los ojos. La suave tela hizo contacto con mi rostro, rozándome antes de cubrir mi vista por completo. Estaba sentada, con las manos sobre mi regazo, mi vestido blanco era de mangas largas y caía un poco más abajo de mis rodillas. Me erguí, enderecé mi espalda y giré mis manos para que las palmas quedaran hacia arriba. Estaba nerviosa, nunca había venido a una ceremonia de expiación de pecados pero ahora que era parte de las Iluminadas podía pedir una si lo necesitaba, solo te permitían pedir algo así una vez que fueras partes de las Iluminadas. Tragué grueso.
—Leigh Fleming, líder de las Iluminadas, representante de la voluntad del Altísimo— la voz de la Sra. Philips resonaba profundamente en mis oídos, con los ojos vendados, el resto de mis sentidos se agudizaron, —has avergonzado nuestra comunidad, pero no hay ningún error que el Altísimo no perdone si vamos a él con humildad y un corazón arrepentido,¿estás arrepentida, Leigh?
Podía escuchar todo muy bien, los pasos de la señora Philips a mi alrededor, el sonido de la madera crujir al quemarse en la chimenea a un lado, también podía oler la esencia de las velas y la fuerte colonia del señor Philips.
—Si.
—Abre la boca.
Obedecí y dos píldoras fueron puesta sobre mis lengua. Luego la orilla de un vaso de agua rozó mis labios y bebí para tragarlas. La señora Philips puso sus manos sobre mis palmas en mi regazo.
—Has venido a limpiar las impurezas esta noche, Leigh, a redibujar tu camino en el Altísimo.
—Que así sea.
No podía vivir sin estructura, sin perfección, lo necesitaba para respirar, para sobrevivir. Esa era la razón por la que mi padre no se involucraba en esto, él me permitiría hacer lo que quisiera con tal de mantenerme cuerda. Después de perder a Natalia, necesitaba esto más que nunca. Esta era mi decisión.
La señora Philips suspiró detrás de mi y puso sus manos sobre mis hombros.
—Esta es una noche muy especial y de un honor muy grande para ti, Leigh, ni mi marido ni yo estaremos liderando esta ceremonia.— arrugué mis cejas en confusión, —tendrás el honor de recibir la atención directa de él.
—¿Él?
—El conducto del Altísimo.
La confusión se asentó en mi cabeza.
—Verás, Leigh, solo el circulo cerrado de la iglesia, un número contado de personas ha tenido contacto con él, la persona que el Altísimo usa como conducto para comunicarse con nosotros. Él es la personificación de nuestro Dios y ha pedido liderar tu ceremonia a pesar de tus errores, debe ver mucho potencial en ti.
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—Es un honor— bajé mi cabeza con honestidad, que la persona conducto de nuestro Altísimo decidiera liderar mi expiación era un honor que no merecía después de todo lo que había hecho. La señora Philips apretó mis hombros en señal de aliento.
—Buena chica— sus manos desaparecieron de mis hombros y escuché sus tacones contra el suelo mientras se alejaba seguida de los pasos pesados del Sr. Philips. Luego, escuché como cerraban la puerta, dejándome a solas en este lugar. Mi respiración era audible en tanto silencio.
Los minutos pasaron y pude sentir el efecto de las píldoras relajando mis músculos y haciéndome sentir extraña. Anesha y las otras Iluminadas me habían dicho que eso era normal, que todo pasaba en un borrón, que no me preocupara. Ellas ya habían pasado por esto varias veces, así que al recordar sus palabras de aliento, me tranquilicé un poco. Sin embargo, ninguna de ellas había dicho algo sobre el conducto del Altísimo, todas sus ceremonias fueron lideradas por los Philips. Sacudí mi cabeza, recordando que este era un honor. Fue en ese momento que la puerta sonó de nuevo pero en vez de escuchar los tacones de la Sra. Philips, escuché pasos fuertes y decididos.
Una colonia ligera pero masculina muy diferente a la del Sr. Philips llenó el lugar. De no ser por las píldoras me habría tensado pero estaba muy relajada. Él se paró detrás de mí, podía sentir su calor corporal contra mi espalda. Sentí sus dedos rozar mi cuello y brinqué un poco pero él alejó su mano y comenzó a desatar la venda de mis ojos confundiéndome. La tela cayó sobre mi regazo pero no abrí mis ojos.
—Puedes abrir los ojos, Leigh— su voz aunque profunda, no sonaba de alguien mayor como la del señor Philips. Abrí mis ojos pero él seguía detrás de mí, noté que algunas velas estaban apagadas así que el lugar se oscureció un poco más, —¿Por qué estás aquí?
—He fallado... mucho— admití y no había restricciones en mi voz, era como si no tuviera miedo de decir algo que no debía, ¿eran las píldoras? Anesha me había dicho algo de no poder mentir.
Él me pasó por un lado, y yo nerviosa, alcé la mirada para verlo. Él iba todo de negro, con una capucha sobre su cabeza y cuando se sentó al otro lado frente a mi, me di cuenta de que llevaba puesta una mascara negra que cubría su rostro.
—¿Cómo has fallado?
—Yo... he avergonzado a nuestra comunidad acusando a los Steins falsamente, y a escondidas he consumido medicación para tratar mis problemas.
—¿Eso es todo?
Lamí mis labios y aparté la mirada, queriendo decirlo todo. Él ladeó la cabeza.
—No mientas, Leigh, tus pecados y tus secretos quedarán aquí, para eso existe esta ceremonia de expiación.
—Mantuve una relación clandestina con Rhett Lombardi— admití, las palabras saliendo de mi boca como si nada, —y tuve sexo con Heist Stein.
—Tu fallas parecen ser chicos, ¿comenzaste un cortejo con Carter Philips?
—Si.
—Entonces, hiciste a un lado a un buen chico criado en el Altísimo por la debilidad carnal.
Era un poco más complicado que eso pero no había forma de que revelara que Carter era homosexual para controlarme cubrí mi boca con ambas porque por alguna razón, quería reírme y decirlo todo.
—Baja las manos— me ordenó, su voz tomando un tono más inquisitivo. Yo sacudí mi cabeza.
—Yo...— murmuré contra mi palma, —no es mi secreto, por favor.
—¿Te refieres al hecho de que Carter es homosexual?