Cap 23: Cadenas

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Cuando desperté mi angustia fue peor, mi estómago estaba plano me habían arrebatado a mis bebes no me importaba que sean el resultado de las asquerosas atrocidades que me ha hecho Buckardh y el tiempo que llevé aquí encerrada pero no le iba dar el gusto de quedarse con mis bebes, iba a darles una vida mejor de la que yo pude tener.

Tome la mesa de metal oxidada de mi cuarto con todas las fuerzas que me quedaban la arroje por todo el lugar al igual que la cama, las pocas cosas que existen en este cuarto –ni siquiera tengo ropa, Buckardh la rompió toda y me mantiene desnuda –sus hombres entraron bruscamente me drogaron hasta que de nuevo volví a dormir.

Siento que mi cuerpo se mese en el aire abro los ojos pensando que por fin encontré paz a mi alma, es todo lo contrario, solo era Buckardh llevándome en brazos a otro lugar desconocido para mí se abre una puerta dejando ver una habitación con decoraciones en negro y dorado muy amplia, a decir verdad, deja descansar mi cuerpo en la cama matrimonial color negro.

-Rose estas tan sexy sin esa estúpida barriga

– Maldito ¡no te basto con quitarme a mis hijos! ¡Ah! ¡Dímelo hijo de la gran verga!

- ¡cállate! A penas dormiste unas horas y con eso basta–ordena- y si no me basto con hacerte el estúpido aborto y eso sí que te quede claro me saliste bien carita pendeja, así que deja de quejarte que tu único deber aquí es complacerme y ya, no te tengo aquí para formar una familia de mierda

Lo miro cabizbaja del enojo ocultando las lágrimas que resbalan por mis mejillas

-no me hubiera importado tenerlos y cuidarlos yo sola, no me hubiera importado decirles que estas "muerto" para que no te buscaran, no me hubiera importado nada el que no dieras ni un maldito centavo

-Y que indistintamente de eso me sabe a mierda tu opinión

En ese instante en mi mente transcurren imágenes de todo lo que me ha hecho llenando mis venas de furia incontrolable hace que me lance a la espalda de Buckardh intentando que mis golpes hagan algún efecto en cuerpo. No pasan unos minutos en los que caigo al piso recibiendo una paliza de su parte en la zona donde se encontraban los puntos en mi vientre para terminar colgada de las manos sufriendo latigazos en mi espalda finalmente desata las cuerdas de mis muñecas y caigo con gran pesadez en el suelo lleno de sangre para regresar de nuevo a lo que ahora llamo habitación.

Acostada en la dura cama de metal me arropa con una manta por completo primera vez que hace este gesto sin más caigo inconsciente de lo agotada que yacía

Estoy en una hamaca dormida la brisa mese mientras descanso

-Rosita despierta es hora de comer –una voz llama al abrir los ojos me doy cuenta de quién es.

-¡Abuela! –corro a abrazarla.

-mi niña tranquila.

–abuela te extraño tanto, hace tiempo que no te veía.

-como me vas a extrañar si no me he separado de ti mientras duermes –ríe con el mismo carisma y amor que tiene; bajo cuidadosamente las estrechas escaleras que llevan directo al segundo piso de la casa, abro paso hasta la pequeña cocina y me siento en un banco.

-ten mi niña tu almuerzo –dice con una suave sonrisa, le agradecí y comencé a ver que tenía en mi plato unas costillas de cerdo acompañado de arroz y dos tajadas de plátano después de pedir las gracias y el acostumbrado buen provecho empezamos a comer.

-abuela, mi mami dice que tengo que comer la carne y pollo con cubierto pero mi abuelo Nectali dice que es mejor con las manos ¿Qué hago?

–Come como mejor te parezca cariño –acate su consejo deje los cubiertos aun lado tome la costilla con ambas manos para no hacer desastre o manchar mi ropa y comí la costilla.

Mi abuela no era muy buena cocinera que digamos siempre le faltaba algo a la comida cosas sencillas como azúcar, sal u otro ingrediente fuera de lo común, a pesar de que su comida no era muy agradable, yo siempre agradecí su gesto para mí era una bendición su comida ya que a lo que debo llamar madre me dejaba días sin comer como castigo.

-abuela ¿Por qué no dijiste que estabas enferma?

-cariño hay cosas que solo los adultos saben

- ¿Por qué no te quedaste más tiempo?

-Rosita acércate quieres- baje de mi silla y me acerque a su lado-Rosita mi niña, sé que las cosas que tu madre hace no están para nada bien, y obviamente no estoy de acuerdo, también se muchas otras cosas más, pero lo quiero decirte es que debes ser fuerte Rosita se alguien mejor en el futuro no dejes que las cosas del presente te afecten también quiero que aprendas a vivir la vida a plenitud ver el lado positivo de las cosas.

-Así como cuando sales a la calle a bailar en la plaza bolívar hasta tarde y no te pasa nada

-Exacto tu madre me hecha unos sermones muy feos, pero sé que no me pasara nada porque tengo a alguien que espera en casa y diosito está conmigo

–en serio ¿Quién te espera?

-tu mi rosita al igual que Lucia ambas tienen un don muy grande dentro de ustedes

- ¿Cuál es abuela?

-son gemelas son inseparables, si bien no estén una junto a la otra las dos se complementan tu eres perfeccionista, detallista, valiente, servicial Lucy es metódica, terca, prudente y humilde. Ambas son leales a ustedes mismas ten en cuenta que tu hermana es lo único que tienes en esta vida.

-pero yo te quiero a ti también

-lo sé, pero yo tengo que irme algún día ¿no crees?

- ¿irte?

-si mi niña tengo que irme-todo a nuestro alrededor se está desvaneciendo - ¡Abuelaa!

-adiós mi Rosita –se estaba marchando ¡no!

–no te vayas por favor no quiero volver ¡no quiero!

-tienes que Rosita, tienes que vivir

–no quiero irme quédate a mi lado -rogué

– Rosita no puedo

-por favor-ruego en pleno llanto

-cuida a tu hermana, mándale mis saludos y dile que siempre las estoy cuidando

-ABUELAA

-adiós mi Rosita.

Todo se vuelve blanco ella desvanece por completo en la nada.

-¡¡TIENE PULSO!! –Fue lo último que escuche.


Blood Rose (RESUBIENDO)Where stories live. Discover now