Capítulo dieciséis | Dreams

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—Oye, Wes.

—¿Qué? —respondió inmediatamente, sin quitar los ojos de su libro. Frunció el ceño queriendo leer mejor y esperó.

—Estuve pensando.

Wesley bajó su libro acostándolo sobre su pecho y levantó un poco su cabeza para poder verle; Claire estaba de pie del otro lado del sillón en el que él estaba recostado, con un delgado vestido corto que usaba cuando hacía calor y el cabello húmedo aun goteando sobre el estampado de margaritas de ese vestido.

—La ducha, buen momento para pensar—bromeó. El maullido de Ganímedes los interrumpió, la pequeña gata salió de la habitación y subió al sofá pequeño para recostarse ahí. Cuando terminó su recorrido, ambos se miraron de nuevo.

—¿Te parezco sexy? —preguntó seriamente aunque ambos sabían lo tonto que sonaba.

—Creo que ya me he envuelto en esta pregunta—frunció los labios—. Sé que ambos tenemos percepciones diferentes sobre el ser sexy, y no creo que seas sexy en el sentido que tu esperas pero sí creo que eres sexy para mí. Así que me estás preguntando si me pareces sexy y si, es un innegable sí.

—¿No podías decir si y ya?

—¿Y no darme tiempo para pensar en qué tienes en mente a partir de esto? Jamás.

—Adivina qué.

—¿Trump es presidente de Estados Unidos?

—No—arrugó su nariz—. También estuve pensando en la charla del otro día, la que nunca terminamos.

—¿Y...?

Claire se cruzó de brazos sintiéndose orgullosa—: Me toqué a mí misma mientras me duchaba.

—Espera, espera, espera—se sentó—. ¿Lo haces solo para demostrar un punto o porque en verdad querías hacerlo?

—¿Qué más da? —dejó caer sus brazos—. Lo hice, y creo que...—dio un paso hacia atrás—, no debí decirte eso. Oh, por Dios— tapó su boca con sus manos.

—Mmh... Está bien—intentó no reír—. Aunque es una escena que ya se metió en mi mente y realmente me agrada, debo preguntar: ¿Llegaste?

—No—dijo de mala gana—. ¡Esto es difícil!

Wesley ahogó una risa.

—Te ayudaría pero sería bueno que lo hicieras tú sola—volvió a recostarse y abrió el libro para continuar.

—Estamos solos. Oliver se fue a...—dudó—. A algún lugar y Silver está trabajando. Tenemos privacidad.

—Algo bueno hice para merecer esto... Auch—se quejó al sentir peso sobre su estómago.

—Lo siento— se disculpó de verdad pero abandonó su dulzura segundos después. Claire le arrebató el libro y lo dejó sobre la mesa. Wesley respiró hondo mientras veía como su novia intentaba arreglar su cabello al mismo tiempo en el que se acomodaba a horcajadas.

—¿Es tarde para decir que tengo miedo? —miró al techo jugando.

Claire resopló y cruzó sus brazos—: Bien, adiós—se bajó de él—. Luego no vengas llorando.

—¡No! —el castaño carcajeó—. Estoy bromeando, ven.

—No, ya no quiero nada—fingió estar molesta y caminó hasta la habitación—. ¡Y para que sepas, mentí sobre lo de la ducha y sobre el pene falso!—gritó desde la puerta y después la azotó.

Todo lo que quiero [ACR #2]Where stories live. Discover now