Todo lo que quiero [ACR #2]

Capítulo veintisiete | Ti amo

—Con...—Fred salió del baño, caminando hacia ellos con su cabeza de perfil mostrando su lado derecho—, o sin barba—giró la cabeza hacia al otro lado mostrando que se había afeitado la mitad de la capa de vello que le cubría el rostro.

—Si te digo que con barba, ¿vas a pegarte los vellos que te afeitaste del lado izquierdo? —Wesley preguntó con mucha seriedad, dejando de la cucharada de cereal en el aire.

—Bien, sin barba—Fred analizó aquello y se acercó al comedor para sentarse.

—Con barba pareces un vendedor de cocaína—Oliver rió, después de eso tocó una nota en su guitarra y comenzó a afinarla. Ambos le miraron con seriedad y el castaño levantó la mirada—. No es que yo haya comprado alguna vez—frunció el ceño, se acomodó mejor en el sofá—. Una vez acompañé a mi amigo Matt a un barrio extraño, y compró un poco a un chico que tenía una barba como la tuya, yo solo fui porque me daba curiosidad; Silver, las drogas son malas—volteó hacia la chica que estaba a su lado y que era muy ajena a la charla, mantenía su vista en el televisor mientras presionaba los botones de un control de Play Station con rapidez.

—Entonces vete de aquí—murmuró ella, sin una pizca de emoción en sus palabras.

—¿Silver? —Claire salió de la habitación, sujetando su teléfono y leyendo en la pantalla de éste—. ¿Tienes mi labial rojo?

—Sí, está en mi bolso en la entrada. Gracias—respondió de la misma forma que a Oliver.

—¿A dónde vas? —Wesley enarcó una ceja al ver como Claire iba hacia el bolso de Sil, usando un vestido corto con botas altas y con su cabello arreglado como si fuese a una fiesta.

—A ninguna parte—dijo ella buscando—. Bueno, más tarde iré al bar, es noche de karaoke—les recordó—. Pero últimamente no he podido utilizar ropa bonita porque solo voy a clases, al hospital y a la tienda—se encogió de hombros tomando el labial del bolso—; En realidad quería un pretexto—les miró.

Wes le miró de arriba abajo y después volvió a meter una cucharada de cereal a su boca sin dejar de verle. Asintió sin más, tomó su teléfono de la mesa y buscó el contacto de Fred para escribir un mensaje.

¿Es normal que me moleste?

Fred sintió su teléfono vibrar en el bolsillo de su pantalón, miró a Wesley confundido y éste solo abrió sus ojos en grande pidiéndole que pretendiera que era otra persona.

—Yo iré también—dijo el rubio, sacando su teléfono del bolsillo—. No hay mucho qué hacer para divertirte cuando no tienes dinero—bromeó. Leyó el mensaje de Wes y rodó los ojos.

No, nunca te ha molestado que ella salga sin ti. Esto es nuevo jajajaja

—Hoy darán pastel de frutas por Navidad—Oliver habló, con su atención en su guitarra—. ¿Irán a casa por Navidad?

Sé que lo hace para molestar. No entiendo cómo, pero lo hace. Actúa normal y aún así me siento atacado.

Fred miró a Wesley confundido y éste fingió que se disparaba en la cabeza con su mano.

—Wesley y yo iremos a su casa por Navidad y en Año Nuevo iremos con mis padres.

—Creí que querías que pasáramos Navidad en tu casa—dijo él, apartando la vista de su teléfono.

—No, te he dicho que solo es una fiesta con muchas personas que nadie conoce. Quiero creer que con tu familia es mucho más ameno, en casa no hay mágica en Navidad—caminó hacia su habitación—. Además, ya le dije a tu mamá que iríamos, y compré obsequios—paró antes de entrar al pasillo, y miró a Wes con gracia—. Si quieres que esté tu nombre en ellos, me debes 100.