💧Capítulo 03💧

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—Hola — ella deja sus hermosos ojos verdes en mí, lleva su cabello rubio oscuro atado en una hermosa coleta, trae ropa de ejercicio, lo más probable es que haya salido a correr para no tener que estar más sola en su casa — ¿Cómo estás?

La hago pasar, le cuento más o menos como van las cosas mientras nos encaminamos hasta la cocina, ahí le sirvo un vaso de jugo con hielo, el cual me lo acepta gustosa.

—¿Y tú?

—Anoche te extrañé — admite lo que ya sabía, pues yo también lo hice — no me gusta estar sola en aquella casa tan grande... hoy cuando me he levantado, las cosas ya estaban en la mesa y todos se habían marchado, nadie quiere estar mucho tiempo conmigo, solo tu.

—Es mi obligación.

—Si — ambas nos damos una sonrisa.

—También me siento sola sin ti, extraño tus cantos por la mañana... o tus ronquidos después del ejercicio — sus mejillas quedan rojas de la vergüenza.

Sirvo dos tazas de café mientras nos sentamos en los sillones del salón, a beberlo en total silencio. Miro de reojo a mi compañera, luce muy calmada y eso me causa un bien estar, mi deber es mantenerla a salvo, en todo y cada uno de los sentidos, pero, sobre todo, de su propia mente, de aquellos pensamientos que la pueden destruir en cinco segundos, ya he visto lo que ocurre cuando ellos toman control.

—Mi padre me ha dejado una nota... la vi hoy por la mañana, pero quiero imaginar que me la escribió antes de mi llegada... — bebe un poco de su café — en ella decía que, dentro de poco, comenzaría a conocer a los candidatos a pareja que me ha buscado, pues, la manada no está en su mejor momento, asique necesita formar una alianza y qué mejor manera que haciéndola comprometiendo a su única hija.

—Creí que habían dejado de lado esos pensamientos tan estúpidos...

—Ambas estamos siendo destinadas a ser infelices en el matrimonio, pues vamos a compartir una vida con personas que no amamos.

Bajo la mirada a mi taza. Ella tiene razón ¿Por qué nos obligan a esto? Me hubiera gustado haber nacido como una loba cualquiera, sin tener un familiar con un cargo que tendré que heredar, pues debido a eso, tengo que estar con una persona que se "encuentre a mi altura"

—Ojalá... que podamos mantener una relación aceptable con nuestras parejas, pues de lo contrario, seremos más infelices aún.

—Pensándolo de una manera fría — sonríe de medio lado — tú me llevas ventaja con todo esto, pues conoces a la persona que va a estar a tu lado y llevas muchos años de trato con esta misma.

—Si bueno, no es como que eso ayude mucho — ella ríe — Pablo no es el tipo de persona a la que le vas agarrando cariño con el paso del tiempo, de hecho, es todo lo contrario, vas odiándolo cada día más.

Adara solo ríe por mi comentario, ambas nos quedamos en silencio unos cuantos segundos, imagino que ella pensando en su padre, en como habría sido su vida con su madre a su lado y lo feliz que sería estando lejos de esta manada, lo sé, porque muchas veces me lo dijo, y también, porque ambas compartimos aquellos mismos pensamientos. Si mi madre se no me hubiera abandonado, yo tal vez tendría otra vida en estos momentos, o puede que no, pero me gusta imaginar que sí, que con ella aquí, mi padre no sería tan frio conmigo, no me estaría obligando a casarme con alguien que no amo y que jamás lo hare.

¿y si ella jamás me llego a amar?

Era muy pequeña cuando ella se marchó de la manada, de hecho, por lo que he escuchado, fue cuando la madre de Adara falleció. No recuerdo muy bien su rostro, su voz la he olvidado por completo, lo único que me queda, es su aroma que me invadía por completo las veces que ella me abrazaba, aquel olor a canela que tanto me gustaba.

Loba del AguaWhere stories live. Discover now