💧Capítulo 06💧

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Ya llevan tres días nuestros invitados en la manada, lo que hace que todos anden muy tensos, la lluvia a parado esta mañana, lo que significa que hoy lucha Adara contra tres soldados de la manada, teniendo en cuenta que muchas personas van a estar viendo a la futura Alpha, iré al arrollo que hay cerca a jugar un poco con mi poder. Desde la llegada de mi padre, no lo he podido hacer en ningún momento y me da mucho miedo abrir la ventana en la noche y jugar con las gotas que caen.

Me visto rápidamente y me marcho, mi padre no está, asique no tengo que mencionar una palabra de donde iré.

Salto algunos árboles que se encuentran en el suelo y paso acariciando algunas hojas, a las cuales aún les quedan gotitas de agua.

Al llegar al arrollo de siempre, dejo que una sonrisa aparezca en mis labios y me dejo caer en el suelo. Me encanta estar aquí, me siento tranquila, nadie me está observando ni presionando, en este lugar, puedo dejar salir a la verdadera Arya, esa que suele esconderse la mayor parte del tiempo.

Estiro mi mano y formo pequeños remolinos en el agua, los cuales se llenan de hojas que han caído, al igual que de pequeñas ramitas. Junto mis dos manos y entrelazo mis dedos, lo que causa que un chorro de agua suba hasta la altura de mi rostro, cierro los parpados y puedo sentir como el agua me comienza a rodear, me relajo con el ruido de esta misma, al abrir mis ojos, el agua cae de picada. Rio un poco cuando me cae algo en mi ropa.

Me acomodo bien en el pasto y dejo que mis pulmones se llenen con el aroma del bosque. No sé muy bien cuanto tiempo llevo observando el agua, formando pequeños elementos en sus corrientes, no he traído mi móvil, asique no se si es que la pelea ya ha dado fin, espero que no, no sería buena idea que mi padre sepa que me alejo de la seguridad de la manada.

Por el radillo del ojo, puedo ver algo que se mueve a gran velocidad, me giro rápidamente para ver que está pasando. Es un lobo. Un hombre lobo. Rápidamente me pongo de pie, el lobo cae rendido en el césped, puedo olfatear perfectamente la sangre que cae de su cuerpo. Un nudo se forma en mi estómago, que anden lobos que no son de esta manada, por nuestros alrededores y que aparte este sangrando, no son buenas noticias. Sus ojos amarillos quedan fijos en mí. Por más herido que se encuentre, tengo que tener cuidado, no debe estar solo, puede que por aquí ande su manada o los que lo lastimaron.

—¿Qué estás haciendo tu aquí? Esta no es tu manada — él solo deja escapar un quejido, lleno de dolor, sé que me está pidiendo ayuda con la mirada, pero si me acerco a él, podría estar en peligro.

Su enemigo debe haber sido alguien fuerte, pues los lobos nos curamos rápido de las heridas. Me muerdo el labio, nerviosa. Miro su pierna, de ella está saliendo algo de color azulado, ajusto bien la mirada. Es fuego. Es magia. Sin pensarlo dos veces, corro hasta donde él esta, el lobo se me queda viendo y antes que haga algo, le muestro mis dientes, en modo de advertencia. Miro el fuego más de cerca, le está lastimando mucho la piel y por más que se eche agua, no se va a apagar. La magia solo se vence con magia. Pongo ambas de mis manos arriba del fuego, este rápidamente me las calienta. Dejo que un suspiro salga de mis labios antes de enfocar mi magia en él, susurro unas cuantas palabras, siento como el agua se junta en mis palmas, cuando tengo una buena bola, comienzo a bajar mis brazos, causando que el agua de mis manos vaya bajando el fuego, cuando llego a la pierna, el lobo se queja del dolor, debe estar ardiéndole mucho.

—Por favor — lo miro — si es que nos volvemos a ver, no digas nada de esto y ahora vete, estarás en grave peligro si mi manada sabes que andas aquí.

Me alejo de él, este se pone de pies, afirma su pata lentamente y deja escapar un quejido. Deja sus hermosos ojos amarillos en mí, agacha la cabeza en señal de agradecimiento y se marcha corriendo, lejos de mí.

Loba del AguaWhere stories live. Discover now