💧Capítulo 17💧

160 35 5
                                    

Martin lanza muchos golpes en mi dirección, yo hago lo que me ha pedido, esquiarlos todos. Ya ha pasado una semana después de que él estuviera en casa de Leo y habláramos de que quería entrenar, el mismo día que Leo me confeso sus sentimientos, después de eso, no volvimos a sacar el tema, aunque tengo que confesar que no he dejado de pensar en ello, quiero saber el porqué de muchas cosas, pero ¿Por qué yo?

—Muy bien Arya, ahora la que va a atacar serás tú, yo me tendré que cubrir de tus golpes, imagina que soy la persona a la que más odias en el mundo...

—No odio a nadie.

—Bueno, muy raro de tu parte no odiar a alguien, pero bueno — ríe y yo solo me encojo de hombros — imagina entonces que soy una persona mala que quiere causarle mucho daño a la persona que amas.

Mis mejillas se sonrojan rápidamente, amar a una persona es un sentimiento muy grande, uno que, de momento, aún no he experimentado, ni con mis padres.

El chico me da la señal para que empiece a atacar, asique lo hago rápidamente, este me grita en más de una ocasión para que de golpes más duros, que olvide que está en un entrenamiento y que es él el que esta delante mío.

Hace unas horas atrás, me ha pedido que empecemos el entrenamiento siendo lobos, pero le he dicho que no me gusta pelear en ese estado y que me siento más segura haciéndolo en mi modo humana, él no se lo ha creído del todo, pero de todos modos ha aceptado. Aun no les puedo decir que, de toda mi manada, era la que le costaba mucho convertirse a voluntad y que cuando lo hacía, no podía hacer mucho.

Sacudo mi cabeza, no puedo pensar en eso ahora, tengo que prepararme para cuando nos vuelvan a atacar y ser de más ayuda, no puedo pretender que Leo va a estar para mi todo el tiempo. Fui criada para ser la que protege a los demás, no la que es protegida y así va a seguir siendo.

—Muy bien — me alaga — pero ahora intenta darme golpes más críticos.

Y lo intento, juro que lo hago, pero me cuesta mucho usar toda mi fuerza con alguien que sé que no me ha causado daño alguno y que se ha portado tan bien conmigo.

—No frenes tus golpes Arya — gruñe cubriéndose de mis golpes — no tengas miedo de hacerme daño, no dudes.

Sigo dando golpes, uno tras otro, pero dudando en cada uno de ellos, bajando la velocidad cuando siento que me estoy excediendo o cuando creo que le puedo causar algún daño.

—Alto.

Hago lo que me pide, me observa con los brazos cruzados, está un poco molesto, se le nota.

—¿Hice algo mal?

El chico me mira con rostro cansado, se pasa una de sus manos por el rostro y se me acerca.

—Una vez te vimos luchar, ¿lo recuerdas? Eras rápida, fuerte y te movías con determinación ¿Qué paso? ¿Dónde está esa chica de aquel día?

—Estaba mi padre y los soldados, tenía que dejarles a todos claro que no me podían remplazar por nadie, que yo tenía que ser la beta de aquella manada.

Y claro, hay que admitir que estaba lloviendo y eso es algo que me ayuda mucho a la hora de pelear, aunque creo que eso no es algo que Martin deba saber.

—Si bueno, acá no es necesario que demuestres nada, pues de todos modos eres la pareja de Leo, asique, aunque se quejen, nadie te va a quitar el puesto... pero... estaría bien que le dejes a todos claro que puedes defenderlos si es que no está el Alpha... ¿o no quieres eso?

—Claro que lo quiero... pero me cuesta mucho usar fuerza contigo, pues no has sido malo conmigo en ningún momento.

—¿Tienen que ser malas personas para que ataques con ferocidad? — levanta una de sus cejas y yo asiento con la cabeza — pero aquel día, ese hombre, era un guardia de tu manada ¿no?

Loba del AguaWhere stories live. Discover now