Mi Destinada (Sasusaku)

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La brisa mecía su cabello de un lado a otro, sentía algo de frío en todo su cuerpo. Era una noche perfecta para cierto azabache, el cual se encontraba caminado por las solitarias calles, de la gran ciudad de Konoha.

Era un Youkai lobo, uno de los más poderosos de todos y por desgracia, el único en su especie.

Hace 300 años le habían arrebatado a su familia, luego de una guerra que tuvieron con otras especies Youkai, los cuales se unieron para destruir a su raza.

Su familia lucho para que Sasuke pudiera sobrevivir, a esa horrible masacre.

- ¡Ayuda!- una voz femenina saco al pelinegro bruscamente de sus pensamientos.

- Tks, estos malditos no me dejan descansar ni un día- se lamentó Sasuke.

Su trabajo es limpiar las calles, de esos asqueroso Youkais, con sed de sangre humana, solo podía sobrevivir si estaban dispuestos a dejar ese lado oscuro y vivir en paz con la humanidad, esa eran las condiciones que les dieron los humanos, cuando decidieron firmar un acuerdo.

Para no crear en la actualidad caos y más muertes.

Sasuke no perdió el tiempo, en un abrir y cerrar de ojos llegó a un callejón, donde encontró la escena más repugnante de todas.

Dos hombres estaban intentando de abusar de una chica.

- ¡Déjenme!, ¡Por favor déjenme ir!- exclamaba la chica con la voz quebrada.

- ¡Cállate zorr...

El sujeto que estaba arriba de la chica, se callo al recibir un fuerte golpe, sacandole un poco de sangre, el azabache tenía que controlar su fuerza, ya que estos seres asquerosos eran humanos.

Se metería en muchos problemas si llegara a matar a uno.

- si no quieren problemas es mejor que se vayan de aquí- ordenó Sasuke con una voz fría y autoritaria.

- ¡Tu no eres nadie para darnos órdenes!- se quejó el mismo sujeto el cual había golpeado.

Sasuke soltó un pesado suspiro al momento que cerraba los ojos, cuando los volvió abrir cambio sus orbes negros a rojos, dejando a los dos sujetos temblando del miedo.

- M-Ma... Maldición... Es.. es un Youkai... Vamonos de aquí- dijo el otro hombre soltando a la chica.

El pelinegro observó cómo esos asqueroso se iban corriendo, como si sus vidas dependieran de eso, literalmente.

- ¿Te encuentras bien?- pregunto observando a la chica.

La chica solo asintió con la cabeza sin atreverse a verlo a la cara. Sasuke le dio la espalda, dipuesto a irse, pero un cálido tacto impidió que hiciera aquélla acción.

- gracias por salvarme- agradeció la chica.

Su voz hizo que una sensación extraña recorriera el cuerpo del pelinegro, era tan dulce y angelical, por alguna razón su corazón empezó a latir como loco.

- hmp- fue lo único que pudo responder, ya que su voz no le podía salir.

- ¿Como te llamás?- pregunto ella casi en un susurro.

No debería haberlo echo, aún así lo hizo, sin saber que lo llevó a decirle su nombre.

- Sasuke- contesto.

El azabache quería saber el de ella, pero no se atrevía a preguntarlo, en primer lugar no debería estar en ese lugar con ella, debió haberse ido al momento que le dio la gracias.

- Sakura- hablo la pelirosa.

Sasuke sintió una electricidad recorrer cada celula de su cuerpo, con una intensidad que desconocía.

Sin poder resistirse volteó a ver el rostro de esa mujer, dejándolo sorprendido, y vaya que le hacía honor a su nombre, cabello corto de color rosa, sus orbes eran de un verde intenso, que lo dejaron hipnotizado.

Fue como si el tiempo en ese momento se detuviera, en donde ambos pudieron verse reflejado en la mirada del otro.

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Espero les haya gustado el prólogo, no mentiré estoy un poco nerviosa por escribir este libro🤗, pues es la primera vez que escribo algo como esto 😅.

Espero que les guste chicos y chicas, sin más que decir me despido Sasusaku.👋☺️