"Final"

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~unos años después~

El cantar de las aves fue la causa que lo había despertado, eso y cierta niña pelinegra quien se había encargado de entrar en su habitación solo para despertar al azabache.

Sasuke sabia que su pequeña princesa no trataría de despertar a su adorable madre, por obvias razones.

Su embarazo.

Sakura cargaba en si vientre a su segundo hijo, ambos estaban emocionados sobre todo Sarada, quien se alegró mucho al saber que sería hermana mayor.

- papá ya despierta- susurro la pequeña para no despertar a su madre, tocando la mejilla de su padre.

Sasuke se estaba haciendo el dormido pues le encantaba ver las expresiones que hacía su pequeña, lo cual lo consideraba muy adorable.

- vamos papá se me hace tarde- se quejó ella con uno de sus lindos puchero.

Espera, ¿Tarde?. ¿Tarde para que?, Sasuke abrió sus ojos de golpe, al saber que su hija tenía que ir a su primer día en el preescolar.

- Maldi....

- no digas malas palabras papá- le reprendió Sarada con el ceño fruncido.

Como pudo el azabache se levantó de la cama y cargo a su pequeña para así con el mayor silencio posible salir de la habitación.

- mamá me matará cuando vea que no estoy lista- hablo la pelinegra sintiendo un escalofrío.

Sabía cómo era su madre cuando se molestaba y no era nada lindo, ese mismo escalofrío recorrió el cuerpo de Sasuke, pues sabía que Sakura lo mataría primero a él.

- vamos hacer esto rápido- comento Sasuke a lo que su hija asintió con la cabeza- tu ve a prepararte y yo haré el desayuno.

- si, si no sobrevivimos solo quiero decirte que eres el mejor padre del mundo- hablo la pequeña mitad Youkai, como si estuviera apunto de ir a una guerra- te quiero mucho papá.

- yo también te quiero pequeña, ahora ve a prepararte antes de que tu madre deapierte- respondió, a lo que Sardá salió corriendo hacia su habitación.

El Uchiha sonrió de lado, a veces su hija tenía la personalidad de su esposa, aunque muchos le decían que se parecía a él físicamente.

Él no lo veía de esa forma, pues Sarada era cariñosa, dulce y muy sonriente como su madre.

Sin perder más el tiempo el azabache camino hacia la cocina, donde empezó hacer el desayuno, sin darse cuenta de que cierta persona lo estaba observando con una sonrisa.

Sakura se había despertado cuando escucho la puerta cerrarse, claro que pudo escuchar la conversación que tenían padre e hijo, cosa que le lo un poco de gracia. Ese par era inseparable, cuando estuvo embarazada de Sarada, recordaba lo sobreprotector que era su amado esposo.

Como olvidar el día en que Sarada nació. Dios, creyó que se iba a morir el pobre de Sasuke la estaba que se desmayaba de los nervios.

Pero a la final todo dolor tuvo su recompensa, ambos lo supieron al ver a su bebé por primera vez, tan pequeña y frágil, era la criatura más hermosa que ambos pidieron tener.

Ese día Sasuke les prometió a ambas que las protegería con todas sus fuerzas.

Pues aún existian personas que odiaban a la raza Youkai lobo, por eso el azabache era tan sobreprotector con ambas.

- papá ya estoy list... ¡Mamá despertaste!- exclamó Sarada, haciendo que la azabache casi se le callera un plato- ups, lo siento papi.

Sakura soltó una risita baja y se acercó a su pequeña, para darle sus besos de buenos días.

Mi Destinada (Sasusaku)Where stories live. Discover now