NI UN DÍA MÁS SIN TI © [COMPLETA]

🌸Capítulo 5🌸

🌸
Jaden

Me bajé de la moto tan rápido como llegué, dejando el casco encima del espejo retrovisor. No creía que nadie me lo robase, todos sabían que esa moto era mía y quien se atreviera a tocarla respondería ante mi. Corrí por el jardín delantero y entré. Si la habían drogado no la iban a llevar a un sitio público así que era más que seguro que estarían arriba. Salté los escalones de tres en tres y al final de la escalera vi un teléfono móvil tirado con una llamada entrante. Ponía Lucía. Agarré el teléfono y lo pegue a mi oreja.

—Hero, vamos, vamos, respóndeme. Joder. Hero...

Era el teléfono de Hero.

—Lucía.—dije.

—Oh, gracias a Dios que has llegado. ¿Está bien? Creo que la han drogado.

—No está, he encontrado el teléfono en las escaleras. Te llamo luego.

Le colgué sin dejar que respondiera y me guarde su teléfono en mi pantalón, junto a sus bragas. Comencé a abrir puertas, tardando poco en recorrer las estancias por dentro con la mirada. Las que estaban ocupadas de gente simplemente se giraban a mirarme con el ceño fruncido. Me encontré a Daniel y la chica, que se taparon nada más verme en otra de las habitaciones.

—Eres un cabrón, pero contigo ya hablaré luego.

Salí de la habitación y llegué a la última, saltando el baño que estaba vacío. La última estaba cerrada con pestillo. Fruncí el ceño cabreado y solo me hizo falta una patada con todas mis fuerzas para que el cerrojo se rompiera y la puerta saliera disparada hacia la pared lateral. Entré rápidamente y le di gracias a Dios de que no hubiese llegado tan tarde. Hero se encontraba en la cama con el vestido demasiado subido y sus pechos al aire. El hijo de puta había estado encima de ella, imagino que magreándola, pero aún no se había quitado la ropa. Pero ella no llevaba bragas porque se las había robado yo. El solo imaginar al tío tocándola por debajo de ese vestido me puso enfermo.

—¿Qué cojones?

Me lancé a por él y lo levanté de encima de Hero.

—Me cago en todos tus muertos, cabrón, hijo de la gran puta. Con que intentando violar a una chica inconsciente, ¿verdad?—le estrelle la espalda contra la pared.—A ver qué haces conmigo.

No sé cuánto tiempo tardé el dejarlo inconsciente también a él pero acertaría si dijera que fue en el primer golpe. Estaba muy cabreado y la sangre de ese hijo de puta me manchó la camiseta. Lo dejé tirado en el suelo y me centré en la chica. Tenía los ojos cerrados y parecía totalmente ida, los brazos ligeramente separados de su cuerpo, el pelo disperso por toda la cama. La miré sin esmerarme mucho y caminé lentamente hacia ella. Unos minutos más y quien sabe cómo los hubiera encontrado. Puede que el cabrón no hubiera salido vivo de esa. El jaleo de mi paliza había empezado a atraer gente y le subí el vestido para taparle los pechos intentando con todo mi ser no fijarme demasiado. Luego le bajé el vestido que al menos no se veía nada.

Pasé las manos por debajo de su cuello y por debajo de las rodillas para levantarla. Su rostro quedó pegado a mi cuello y sentí el olor a lilas.

—Oh, mierda, Jaden...

Esa voz era la de Daniel. Me giré para salir pero él estaba en la puerta.

—¿Sabes? No sé si cometiste el error en traerla, en dejarla sola o en follarte a esa tía—señalé con la barbilla a la morena que salía de la habitación.—Lo que sí sé es que hoy estoy animado en romperle la nariz a la gente y creo que tienes suerte de que la tenga cogida, sino ya estarías sangrando en el suelo.