37

3.5K 458 144
                                    

Feliz navidad a todos ❤️

Capítulo dedicado a Gorefan1793 🫶🏻

*Advertencia. Este capítulo contiene escenas violentas y descripción de muertes.

«Todo lo que pudo haber sido»

Astra

A diferencia de los juegos anteriores, en esta ocasión los tres llevábamos rifles. Caminamos a través de las calles, tan sigilosos como fuera posible, con nuestros sentidos agudizados y la tensión en un punto cumbre. La noche había llegado fría y aunque el traje nos protegía hasta de la temperatura; mis dientes castañeaban de vez en cuando.

Luego de una hora, nos detuvimos cerca de un callejón para trazar el resto de la ruta.

—No nos hemos topado con nadie hasta ahora, eso significa que deben estar en los alrededores de la estación del tren —susurró Cayla, luego miró a Cassian—. ¿Cómo vas de la pierna?

—He tenido días mejores.

—Tomaremos esta calle —señaló el mapa—, es bastante estrecha, pero no quiero que sigamos por la avenida. Es probable que la tengan vigilada.

Me gustaba la Cayla capitana. Antes era determinada, pero ahora cada cosa que soltaba se sentía irrefutable. Andaba con la frente en alto, lanzaba miradas mortales con aquellos ojos verdes que siempre le brillaban, y se había amarrado su pelo largo y rosa en una trenza infinita que amenazaba con sacarte un ojo si se volteaba con brusquedad.

—Si nos separamos, ¿cuál será el punto de encuentro? —pregunté.

Cayla analizó el mapa.

—Esta antigua librería.

Cassian y yo asentimos. Luego, encabecé la fila para guiarnos por la ruta trazada. Cada nueva calle que transitábamos me llenaba de curiosidad. No podía evitar inventarle una historia a cada restaurant, residencia, escuela, biblioteca... La mayoría eran escombros, pero tal vez en algún momento fue una ciudad muy bonita, de edificios bajos y antiguos.

Detrás de mí, caminaban Cayla y de último Cassian, por lo que no podía evitar voltear cada tanto. Más allá de lo que sintiera o no por él, me preocupaba que siendo el más débil estuviera de último, pero aquella formación era la más lógica para todos. A quien debíamos proteger a toda costa era a Cayla. Tanto en el segundo juego como ahora, ella era quien más podría acercarnos a la victoria con su capacidad de tiradora.

Caminamos con determinación por la calle estrecha, donde la única iluminación provenía de la luna llena, creando sombras inquietantes en cada esquina. Aunque solo teníamos que recorrer cuatro calles oscuras, estas parecían estirarse hasta el infinito. Me giré levemente hacia mi equipo en busca de confirmación —por si alguno tenía tantos nervios como yo—, y la mirada de Cayla fue suficiente. Asintió, transmitiéndome una orden silenciosa para que continuáramos. Los tres ajustamos nuestras posiciones, con los rifles firmemente agarrados como extensiones de nosotros mismos.

Cuando llegamos a la última calle y casi celebro la victoria, me sobresalté al escuchar algo cerca. Una rata pasó corriendo delante de nosotros, pero el susto también causó que Cayla tropezara con la esquina de un viejo contenedor de basura, causando eco en toda la zona.

—Mierda —farfulló, casi sin despegar los labios.

Los tres nos quedamos paralizados y el silencio fue roto por un ruido muy sutil, aunque inconfundible. Eran pasos. Mi corazón latió con fuerza mientras miraba a Cayla y Cassian.

Arcadis: El juego ©Where stories live. Discover now