Novice [h.s]

Capitulo 05.

—Despiértate, perdedora —escuché claramente. Gruñí y abrí mis ojos lentamente, viendo la silueta de Elizabeth parada frente a mí y agitando las llaves de su auto frente a mi rostro.

—¿Qué quieres? —cuestioné, sentándome en la alfombra del piso, estirando mis miembros adoloridos gracias a la dura superficie sumada a la incómoda posición en la que me encontraba.

—Me voy a escabullir. ¿Me cubres? —ella preguntó, acomodándose el vestido. Vi pequeños reflejos de la luz nocturna en la que estaba atacada.

—¿Qué hora es? —cuestioné, mirando alrededor para ver nada más que oscuridad en mi habitación.

—Sólo las dos de la mañana. —Elizabeth se encogió de hombros y tomó asiento a mi lado; su esencia a perfume de rosa cubrió mis sentidos.

—¿Por qué razón existente me has levantado? Estoy cansada. —La fulminé con la mirada y luego tallé mus ojos con mis nudillos.

—Vi que no te habías dormido en tu cama y lo menos que podía hacer era levantarte para que te pudieses bañar y luego acostarte en tu cómoda cama —exclamó Elizabeth, moviendo un mechón de cabello tras su oreja.

—¿Por qué estas siendo tan amable de repente? Sigo furiosa contigo —dije duramente, parándome con ayuda de mi mesita de noche para encender la lámpara. Una vez que la luz iluminó mi cuarto, vi a Elizabeth sentada en el suelo entristecida y con el maquillaje de ojos corrido.

—¿Qué pasó ahora? —Suspiré.

—Eve, lo siento por todo lo que he hecho, pero enserio necesito a alguien ahora. Estoy por irme a la casa de mi novio para pasar la noche. He pecado y me siento muy mal. —Elizabeth sobó, sus ojos lucían hinchados y rojos.

—No puedo ayudarte si no me dices que has hecho —razoné, caminado hacia mi maleta y desabrochándola, preparándome para desempacarla ya que no voy a volverme a dormir en ningún pronto momento.

—Tuve sexo. —Elizabeth lloriqueó. Giré mi cabeza y miré como lloraba.

—Mamá y papá estarán tan decepcionados —murmuré, caminando hacia mi puerta y cerrándola con cuidado así nadie podría escuchar la conversación que no estaba permitida a tan tarde hora.

—Por eso te necesito —ella susurró— Necesito que me ayudes a cubrirlo.

—¿Por qué necesitas que te cubra? ¿Qué pasó? ¿Hay cosas de sexo por todo el lugar? —pregunté y fruncí el ceño.

—Puede que esté embarazada. —Elizabeth suspiró y me miró avergonzada.

—Oh. —Jadeé, tratando de contener mi entusiasmo. Por supuesto que no me emociona la idea de ella teniendo un bebé, pero ella ya no es más la hija perfecta— ¿Estás segura?

—No. —Ella negó con la cabeza— Ni siquiera sé si es de mi novio.

—Deberías dejar las fiestas. —Resoplé— ¡Vete al diablo, Elizabeth! Me molestas tanto. ¡Eres un tipo de "hija perfecta" y luego vas y haces trampa en tus exámenes, tienes sexo, y consumes drogas! Me das asco.

—¿Discúlpame? —ella susurró— Voy a ir. Lamento que no te agrade. —Reí disimuladamente en respuesta y rodé mis ojos mientras ella dejaba mi cuarto.

[...]

—¡Evelyn Marie! —Mi madre gritó en la parte baja de las escaleras— ¡Harry está aquí! —Suspiré y miré al reloj que estaba a mi lado, dando justo las 04:00.

—A tiempo —murmuré para mí misma. Miré a mi elección de ropas.

Una vez que llegué a casa del colegio, me coloqué mis limpios pijamas e hice mi tarea. ¿Por qué estaría con falda y blusa todo el día? Aparte de que el uniforme es incómodo, es muy revelador para mi gusto.