Capítulo 20

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Acomodo los libros en el nuevo estante que ha comprado mi madre.

—Insisto, debes hablar con él, Ev. Está deprimido, casi tanto como...

—¿Casi igual que yo? —interrumpo—. Lo repetiré una vez más: No estoy deprimida. ¿Quedó claro? —Le aviento una almohada—. Él es un idiota, si quisiera ya me habría buscado, ¡pero no!

—No lo sé, yo sólo decía. —Mira la cama y abraza la almohada para después suspirar.

—Ignorando al idiota de Alejandro, ¿cómo te fue ayer con Carlos? Tengo entendido que han salido desde tu accidente y de eso ya han pasado tres semanas.

—Pues... —Aprieta la almohada—. Somos novios. —Apenas logro escuchar lo que dice, la miro, vaya sorpresa. —Sé que todo ha sido muy rápido, pero, no sé... ¿crees en el amor a primera vista, en las almas gemelas?

Mi rostro cambia en un segundo, esa maldita pregunta.

—Creo que esa es la mierda más grande el mundo. —Me levanto y alzo la voz—. ¡Es una mierda!

Samantha se pone roja, se levanta y se pone frente a mí.

—¡Que lo tuyo con Alejandro no haya funcionado por tu maldito orgullo no significa que el amor no exista!

—¿Estás diciendo que es mi culpa? —Alzo la voz.

—¡Sí, todo es tu maldita culpa, Evolet! ¿Cómo quieres tener buenas personas a tu lado si eres una mierda de persona? —Frunzo el ceño, al fin se atreve a decir todo—. Sí, eres una mierda de persona. Porque te la vives comparando a todos los hombres con tu padre, ¡a todos, carajo! Él se fue, supéralo.

—¡Para ti es fácil decirlo, a ti sí te querían! —grito al borde de las lágrimas.

—¡Mi padre murió, Evolet! Mi vida ha sido casi tan dura como la tuya. Al menos tu padre sigue vivo.

—Yo podré ser una mierda de persona, pero tú eres igual que yo, Samantha. ¡Tus padres te querían! —Me siento en la cama y comienzo a llorar—. Los míos nunca lo han hecho, preferiría mil veces saber que están muertos, porque así pensaría que me amaron—. Apenas puedo seguir hablando—. ¡Pero no es así! Ellos separaron nuestra familia, porque jamás me han querido. Eso, Samantha, es más duro.

—¡Quizá tienes razón, pero eso no es mi culpa! ¡No es culpa de Alejandro, ni mía! Arregla tus problemas con un especialista.

Mi madre entra en la habitación.

—¿Qué está pasando? —pregunta asustada al verme llorar—. Sus gritos se escuchan hasta la cocina.

—Lo siento, señora. —Samantha sale de la habitación.

Me cubro el rostro, el llanto es inevitable.

—Evolet... —Se acerca a mí, toca mi hombro y me alejo.

—¡Déjame sola, no quiero verte!

«¿Puedes verme?»

De nuevo esa voz, mi madre sigue parada frente a mí, a su lado hay una niña. Ella empieza a reír.

—¿Quién eres tú? —Me alejo de ella, hasta quedar en la orilla de la cama, contra la pared.

Todo comienza a dar vueltas, mi vista se torna borrosa y ella se acerca a mí, acaricia mi rostro y sonríe. Me es imposible escuchar mis gritos o los de mi madre, solo reconozco la sensación de ardor en la garganta. Después todo se vuelve negro.

***


Mi madre cepilla mi cabello, mientras mi vista permanece fija en la pared. La última vez que observé a aquella niña, estaba ahí. Parada frente a mí, con sus ojos saltones, su sonrisa fingida, el pelo despeinado y la ropa rota. Varias gotas resbalan por mi cuello. No estoy llorando, es solo mi cabello húmedo. Ni siquiera puedo ducharme sola, mi madre tiene que hacer el trabajo por mí. Lo cual es muy vergonzoso.

—No te preocupes, pequeña. Pronto todo estará bien.

¿Se supone que los medicamentos te ayudan? Porque todo mi cuerpo se siente pesado, lo único que deseo ahora mismo es dormir por un largo rato. Quisiera hablar, decirle que yo puedo cepillar mi cabello, que puedo bañarme. Quisiera decirle que puedo ser feliz.

—En cuanto estés mejor, irás a la Universidad. —Acaricia mi cabello—. Sabes que tienes un permiso, por la psiquiatra, así que todo estará bien pronto. Estudiarás, como siempre lo has hecho, serás la mejor de la clase.

Ahora sí estoy llorando, ¿por qué mi mamá solo puede estar así conmigo cuando estoy enferma?

No lloro como antes, ahora las lágrimas solo salen, silenciosas. Sin respiración irregular o hipidos. Sólo se deslizan. Mientras mi vista sigue en esa esquina.

Hay algo sobre esa niña que me recuerda a mí. Que me recuerda a aquel día.

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⏰ Última atualização: Jul 05, 2017 ⏰

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