Lección 5: "Sé tu misma"

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" Sí crees que caeré en esa, te equivocaste de chica, Harry Styles "

Recitaba en mi cabeza mientras me dirigía a la casa del recién mencionado. Hoy era viernes y teníamos lecciones tanto de español, como de "como transformarme". Harry llamó a mi casa hace unas dos horas, excusándose esta tarde por asuntos importantes que resolver. Al principio, estuve apunto de hacer planes con Jared, pero luego caí en cuenta de algo.

Era un viernes por la tarde, definitivamente, Harry Styles no pasaría un viernes desperdiciando su tiempo en asuntos tan mundanos como los que lidiamos día a día. De seguro estaría con alguna chica revolcándose en su sillón en este instante, o tal vez alistándose para alguna fiesta, pero yo no lo permitiría.

El trato era seguir con los días estipulados y a pesar de que Harry podía decidir cuando sí y cuando no, dentro de mi sentía que era una violación a nuestro acuerdo. Además, en el fondo se me hacía un poco extraño no verlo un viernes por la tarde, siendo ya una rutina semanal.

Tal vez, sólo quería una excusa para verlo...

Alejé todos los pensamientos incoherentes a penas mi pie tocó el suelo de los Styles. Me dirigí hacia la puerta y toqué. Me sorprendió un poco escuchar silencio detrás de la puerta, probablemente estaba esperando escuchar algún gemido de las chicas de Harry, no sucedió. Sin embargo, el silencio duró poco, ya que los gritos de diversión y otros de amargura aparecieron en mis oídos.

Podía distinguir la voz de Harry y la de Travis, pero había otra que nunca había escuchado. El golpe de algo cayendo retumbó en la casa y no pude evitar abrir la puerta. Siempre estaba abierta. Cuando entré en la estancia y cerré la puerta, abrí mis ojos mientras observaba el sillón de los Styles totalmente al revés, las mesas cubiertas por hojas y pintura, además de el suelo totalmente desordenado con juguetes.

Parecía...un preescolar.

— ¡Sam! —exclamó Travis mientras escuchaba sus pasos apresurados en el piso de arriba.

Escuché unas carcajadas que me recordaron a un niño y de pronto, unos piecitos diminutos aparecieron a toda velocidad en las escaleras frente a mi. Un infante, más o menos de unos 4 años, apareció disparado mirando el suelo. Reía y saltaba, alborotando su cabello rubio. Justo detrás de él, pisándole los talones, venía un nervioso Travis junto a un desaliñado Harry.

¿Qué estaba ocurriendo?

— Pequeño diablillo —murmuró Harry. El niño rubio rió con fuerza al llegar a la estancia y comenzó a correr por el lugar. Travis y Harry se detuvieron con sorpresa al verme en la puerta cuando llegaron al final de las escaleras. Ambos respiraban con dificultad y lucían camisetas desordenados, sus cabellos, ni se diga.

— Hola, April—exclamó Travis antes de salir disparado detrás del pequeño. Harry, a diferencia de su hermano, caminó nivelando su respiración antes de llegar frente a mi. Mientras lo observaba sin entender un ápice de lo que ocurría a mi alrededor, Harry pasó su mano por el rostro mientras suspiraba frustrado. En la lejanía, escuchaba a Travis discutir con una voz infantil.

— April, te dije que hoy estaría ocupado.

Lo observé confundida mientras mi cerebro trataba de unir las piezas. Sin duda alguna, me había sorprendido a montones el no encontrar una chica en las piernas de Harry, aún más encontrar un niño de cuatro corriendo por el lugar. Mi subconsciente había estado tan seguro de que Harry mentía que no le di oportunidad de creer que tal vez podía ser verdad.

— Lo siento, yo...—abrí la boca sin saber que decir y bajé la mirada—...pensé que tal vez...—me detuve abruptamente sin idea de que decir. Harry, un tanto impaciente, alzó sus cejas.

Guía para amar y no morir en el intento || H.S, Z.M.Where stories live. Discover now