Guía para amar y no morir en el intento || H.S, Z.M.

Lección 10: "Aprende de tus errores"

Cinco capítulos más y se acaba :p

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  —...pero supongo que dentro de todo, Lorie es una gran persona y mi padre luce feliz —sin abrir los ojos sonreí—. No hay nada más que pueda pedir. 

Aunque no podía verla, podía escuchar como Gemma sonreía. Pasaba las brochas por mis ojos con delicadeza, tratando de retocar su maquillaje ya perfecto. Para mi lucía impecable, pero ella insistía en que debía lucir más que perfecto...esta noche debía deslumbrar.

Hoy era el gran día.

La noche del baile por fin había llegado.   

El baile de invierno era tan esperado que la emoción había durado toda la semana. Había pasado dos semanas desde que Zayn me había invitado al baile y desde entonces, no había un solo día en el que no nos viéramos.

A veces, me acompañaba a casa o al taller de mi padre. Pasábamos tiempo juntos en la biblioteca y compartíamos juntos algunos almuerzos. Gracias a esto, sospechas de que Zayn y yo salíamos comenzaron a recorrer los pasillos del instituto. No es como si me molestara...pero esto trajo consigo mucho rencor.

"¿Qué tiene ella que yo no?", "¿Zayn está demente?", "¿Por qué ella?", era lo único que se escuchaba en los pasillos cuando pasaba cerca de algún grupo de chicas. Aún así, también trajo consigo admiración. Muchas me llamaban su "motivación", diciendo que si yo "lo logré", ellas podrían hacerlo también.

De todas formas, mi cerebro y corazón estaban demasiado concentrados en Zayn como para fijarme en tontos detalles.

  — Me alegro de que te agrade tu madrastra —dijo Gemma con alegría mientras pasaba sus dedos por mis cejas—. Y...¿Qué hay con Harry? 

Ahora sí abrí mis ojos. 

Gemma me observaba nerviosa mientras mis ojos la recorrían sin expresión. Ese...era un tema intocable. No había hablado sobre lo que ocurrió con Harry ni una sola vez, hablar sobre ello me hacía pensar en él...y eso sólo lastimaba mi corazón.

Él había lastimado mi corazón.

— No es algo de lo que quiera hablar. 

— April, sí no te desahogas como pretendes...

— Gemma —exclamé con voz neutra mientras bajaba mi mirada a el suelo—. Te pido por favor que no me pidas hablar sobre él...por lo menos, no ésta noche. 

Gemma suspiró mientras ladeaba su cabeza. Como siempre, lucía despampanante, a pesar de llevar unos jeans y una camisa manga larga simple. Sus facciones me recordaban a las de...él y sentía que verla mientras pensaba en él, era como una daga en mi corazón.

— Bien, sí tú no quieres hablar, no te pediré que lo hagas...—suspiró tomando mis manos para observarme con esa dulzura peculiar en ella—...pero sí te diré esto: Desde que Harry cumplió los cinco, se ha visto reacio a sentir afecto por los demás y cuando comienza a sentirlo, la manera en que su corazón lo asimila...es horrenda...         

¿Tan horrenda como para destrozar a tus amigos?

  — No trato de justificarlo. Lo que hizo...—negó con la cabeza—...¡Dios!, es que hasta a mi me dan ganas de patearlo, a veces...—reí—...pero  si te pido que te tomes el tiempo de pensar en él y lo que sucedió, con calma. 

Parpadeé mientras sus dedos tomaban un mechón de mi cabello y lo colocaban detrás de mi oreja de manera cariñosa. Gemma era todo lo que habría querido como una hermana mayor, ella representaba para mi la falta de mi mamá. La apreciaba mucho...