Lección 9: "No creas todo lo que ves"

427 22 2
                                    

Estaba...que...¡saltaba!

Habían pasado un día entero desde que recibí su mensaje, sin embargo la emoción no había disminuido ni un poco. Era la milésima vez que leía el mensaje y seguía sin creerlo. Parecía como si en cualquier momento fuera a sonar mi despertador y me daría cuenta de que todo fue un sueño...uno muy hermoso.

¡Pero este no era el caso!

Me había golpeado, pellizcado y hasta mordido el brazo para comprobar de que todo era real. El mensaje era real. Estaba tan distraída releyendo el mensaje que no caí en cuenta de que estaba saltando, literalmente. Mi cabello volaba con el viento y los saltos me mantenían tibia dentro de mi chaqueta de cuerina negra. 

Se preguntarán: ¿Por qué actúo como una psicópata?

Pues, les resumiré la historia.

Dos días después de mi...visita a los Styles, Zayn me acompañó en la biblioteca. Al igual que yo, Zayn mantiene sus notas altas por lo que encontrarnos en la biblioteca no era algo extraño. Comencé a encontrármelo cada vez que buscaba un libro e inevitablemente, terminé yendo a la biblioteca casi todos los días.

Intercambiamos números y desde entonces, me escribía todas las mañanas y antes de ir a dormir. Era dulce y para mi sólo podía significar mi felicidad, porque nunca me hubiera imaginado estar en esta situación con él. Jamás. Así que, podrán imaginarme como casi exploto cuando el Viernes por la noche Zayn me envió un mensaje diferente:

"Deberíamos pasar el rato juntos. ¿Te gustaría ir a almorzar el sábado por la tarde?"

Lo había leído tantas veces que me había olvidado de responderle. De no ser por que una hora después me preguntó si todo iba  bien, probablemente nunca hubiera respondido. ¡Él me había invitado a una cita!, ¡Zayn Malik!...en una cita ¡conmigo!

Sí esto no era felicidad, no sabía que lo era.

Sin embargo, mi felicidad quedó aplacada por un sentimiento de opresión más grande que me obligó a detenerme abruptamente. Mi corazón comenzó a latir con fuerza mientras el rubor regresaba a mis mejillas. Podíamos estar entrando en invierno, pero sentía tanto calor en mi rostro que llegue a creer que tal vez me había equivocado de estación. 

La mansión Styles se erguía delante de  mi y podría jurar que nunca me había parecido tan distante como hoy. La última vez que había estado aquí, Harry y yo...Harry y yo...¡No, no debía pensar en ello!

Las cosas entre Harry y yo habían estado muy tensas. Él se comportaba como el mismo patán indiferente, pero...lucía distante. ¿Yo?, trataba de evitar verlo lo más posible por que cada vez que lo tenía frente a mi, recordaba eso. Recordaba sus labios sobre los míos, sus manos sobre mi cuerpo y como lo había deseado.

Como lo deseaba.

Pero entonces, recordaba a Zayn y como mis sentimientos por Harry nunca serían correspondidos. Trataba de pensar en como perdería mi amistad si Harry supiera la verdad, además...yo estaba enamorada de Zayn. Por completo. No dejaría que unos estúpidos sentimientos pasajeros se interpusieran en mi gran oportunidad.

  — Vamos —me animé apretando la pequeña caja en mi mano mientras comenzaba a caminar hasta la puerta de los Styles.

Podría haber entrado como siempre, pero decidí que lo más prudente sería tocar primero, por lo que me vi obligada a esperar a que alguien escuchara mis débiles golpes en la puerta. Nervios. Todo mi cuerpo era un manojo de nervios tembloroso. 

"¡Contrólate, April!", me reprendí. 

La puerta se abrió, dejándome ver una cabellera negra. Sonreí cuando los ojos jade de Travis se encontraron con los míos. El chico me observó de arriba abajo sin disimulo mientras asentía con cuidado.

Guía para amar y no morir en el intento || H.S, Z.M.Where stories live. Discover now