Lección 12: "Perdona"

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¿En serio me estaba escondiendo en la biblioteca?

Era patético.

Yo era patética.

Era cierto que necesitaría el libro de Historia para el trabajo, pero me quedaban dos semanas para hacerlo. Por lo tanto, ¿Por qué permanecía en la biblioteca, alejada de todos?, pues, por que no quería tener que encontrarme con Harry o Zayn. Sólo debía esperar a que el aparcamiento se despejara. 

Había pasado tan sólo tres días desde que le grite a ellos y a Beverly. A decir verdad, no me arrepentia pero sí cargaba con un sentimiento de culpabilidad que me decía que estaba perdiendo a dos personas muy especiales en mi vida. 

Era cierto, si continuaba alejándome de esta manera...ellos se irían definitivamente

  —...sí así fuera, no quita el hecho de que...—escuché voces burlonas que me parecían muy conocida—...¡Te humilló frente a todos.

La carcajadas venían de los anaqueles continuos y al escuchar de qué hablaban, supe quienes eran. Mi estómago dio un vuelco, se suponía que a esta área de la biblioteca nadie venía. Era la más alejada y estaba en un rincón casi oscuro. 

¿Qué hacían Dean y Byron aquí? 

— ¿Algo que quieran agregar a esta interesante conversación? —replicó una voz femenina con desdén. 

Beverly.

Cada vez se pone mejor. Quise girarme y salir sin ser descubierta, pero algo me mantuvo en mi lugar, pidiendo que me escondiera y escuchara con atención. Y así lo hice.

— A decir verdad, ¡Mucho que agregar! —se burló Dean con una carcajada a lo que Beverly respondió con un bufido irritada— No tienes que molestarte, dulzura, sabes que todo es en broma.

La manera en que Dean trató de ser afectivo produjo náuseas en mi sistema. Beverly, en cambio, sólo les lanzó una mirada fastidiada para cruzarse de brazos. 

— Todo menos el hecho de que el señor mecánico está apunto de convertirse en tu nuevo papi  —estallaron en risa mientras yo rodaba mis ojos cansada de escuchar al par de tontos. ¿Es que no tenían nada mejor que hacer que burlarse de mi padre?

  — Ugh, dejen de hacer el tonto —se quejó Beverly—. Stephen no es tan malo. 

¿A caso...ella acaba de defender a mi papá?

— Tú misma lo dijiste...—comenzó Byron pero Beverly lo interrumpió.

— ¡Lo sé!, pero sólo lo dije por tocárselas a April —abrí mis ojos  sorprendida—. La verdad es que...es un buen hombre. Además, mi mamá luce feliz. Desde que papá nos dejó, nunca la había visto sonreír tanto como ahora, por eso...por eso creo que Stephen es buena pareja para mi mamá.

Así que...no era la única que se preocupaba por esas cosas. Aunque el corazón de Beverly lucía negro y frío, para todos, en el fondo era dulce y cálido. Ella pensaba en la felicidad de su mamá justo como yo pensaba en la de mi papá. 

No éramos tan diferentes. 

— Como tú digas —respondió Dean sin interés—. Eso no quita el hecho de que serás la hermana de la loca. 

— ¡No me lo recuerdes!

De acuerdo, ahí estaba la Beverly que todos conocíamos.      

— Sólo de pensarlo me dan ganas de saltar del balcón —bufó y el silencio se hizo presente durante unos segundos, por lo que no me esperé que siguiera hablando:—. Aunque...por mi mamá, estoy dispuesta a soportarlo. 

Guía para amar y no morir en el intento || H.S, Z.M.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon