Querido tú

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Me han contado tu historia. Dicen que puedo ayudarte si te escribo esta carta, pero yo no te conozco. Sólo sé lo que ellos me han hablado de ti; no conozco tu vida ni los motivos que te llevaron a seguirla así. No estoy aquí para darte sermones, odio que la gente lo haga sin saber tus razones. Sólo quiero decirte que existe una salida. Sí, el camino hasta ella es difícil y en ocasiones te caerás y llenarás tus rodillas de arañazos. Sé que muchas veces querrás darte por vencido, abandonar. No lo hagas. Resiste. Dicen que todo lo que merece la pena en esta vida conlleva un esfuerzo y un sacrificio pero, ¿no te imaginas cómo es llegar? Sentirte libre, aprender a bailar,  formar una familia, jugar al fútbol, besar a tu chicx, salir de copas con tus amigos, encontrar trabajo, viajar, vivir. Porque debo decirte, querido tú, que estos años no le llegan ni a la duela de los zapatos a lo que realmente es la vida. ¿No crees que es mejor subir una montaña y gritar en la cima mientras sientes el viento en la cara que pasarte los días encerrado, recriminándote, dejándote llevar por la agonía y el dolor? No voy a reprocharle lo que hiciste en el pasado. Yo, más que nadie, he cometido muchos errores, pero estos no son más que lecciones de vida camufladas en algo malo. Tus errores pueden salvarte ahora. Empieza realmente a vivir.
Suerte,
Yo.

AleatorioWhere stories live. Discover now