El Francio es un elemento de la tabla periódica que, tras su creación, tarde 21 minutos en desaparecer. Imagina que a tu creatividad, esa que te acompaña desde niño, le quedan 21 minutos de vida. Tiene que despedirse.
Si debo morir, si no tengo otro remedio, si esto es el fin, quiero que mis últimas palabras se queden en las nubes. Las nubes que siempre fueron de azúcar, en las que quería saltar para llegar a una luna de queso. Nubes en las que dormir y en las que soñar con un final feliz. Quiero 21 minutos en el cielo, ni uno más ni uno menos. No quiero bajar al mundo que me da la espalda. Quiero la inmensidad de un océano paralelo al suelo. Sentir el calor de las estrellas, que me abracen, que me sientan. Que antes de cerrar los ojos por una última primera vez —porque cada parpadeo fue una primera vez—, observe maravillada el antes y el después.
Porque las nubes no son de azúcar ni la luna de queso. No podré acurrucarme entre sus pliegues y las estrellas me abrasaran con sus caricias. Porque nunca tendré 21 minutos en el cielo. Y sin embargo, jamás volveré a vivir en el suelo.
Necesitaba esto. Escribir, soñar entre líneas, tener a mis fugitivos cerca. Os he echado de menos. Espero no faltaros
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Aleatorio
Casuale[This song saved my life] Simplemente, todas aquellas melodías aleatorias que viven en mi cabeza los 365 días del año.
